El presidente Danilo Medina hizo compromiso de no comerse otro tiburón podrido en el 2020, y todo parece que lo quiere hacer como lo predijo  don Lidio Cadet, “mientras respire”, esto es en el 20 y más allá. La sustancia del mal con que construyen sus argumentos los danilistas para convencer a quienes sin salir  del asombro y espanto anterior, están de cabeza en el siguiente, no dan para convencer  al más incrédulo, cosa que no se creen ni siquiera entre ellos mismos. Todo este espectáculo de reelección y  de primarias abiertas,  parece un arte simple de engaños y mentiras, y  de desparpajos  hechos sin escrúpulos y mala fe.

Quirino Ernesto Paulino el moralista de los medios, el maletín de facturas, la jaula de oro, la entrada del capo por el Salón VIP, la deuda con el capo y el palacio, no perder el tiempo tirando piedras al pasado, 25 senadores prendiendo el arbolito de la reelección en la casa de Ramón Peralta y,  la visita del presidente Medina a  Leonel Fernández a  su  residencia  para consolarlo por las cosas  que pusieron ellos mismo a decir a Quirino del propio  Leonel Fernández ;  han  probado con razón más que suficiente,   que con su accionar político  son capaces de cualquier cosa y de hacer lo que nunca se ha hecho para imponer una nueva reelección a sangre y fuego o  al precio que fuera necesario.

El danilismo atrapado en una acromegalia del poder, que los ha convertido en una fuerza monstruosa y destructiva  muy parecida a lo que aconteció a Medusa la más y hermosa mujer mortal entre los dioses de la mitología Griega;  poseedora esta mujer  de la dualidad del máximo de la belleza y la maldad. Por romper las reglas y ser  seducida en el templo de Atenea por el dios Poseidón, la convirtió Atenea en un monstruo sin alma  con grandes colmillos, manos metálicas y ojos llenos de una luz capaz de petrificar a todo aquel que la mirara. Nada ajeno y extraño, este fenómeno de Medusa, y tan parecido que mete miedo  a lo  que   ha convertido el poder y la reelección  el  danilismo.

Este país tiene dos años en continua zozobra y parece que nos acechan un  par más,  porque estamos frente a  gente que no sabe respetar las reglas del juego y la convivencia respetuosa entre iguales. Con gente que no  entiende  que la contienda política, al igual que el gobierno, tiene dos caras: una sustantiva y otra procedimental. Gente que no entiende-cito: “que la política es tanto el arte de resolución de conflictos como la administración de los bienes comunes. En  otras palabras, la política supone tanto la lucha como la cooperación, como si fueran dos caras de la misma moneda. Hasta los dictadores están obligados a hacer concepciones y urdir alianzas” (Bunge, Mario, Filosofía Política: Solidaridad, Cooperación  Democracia Integral, Editorial Gedisa, pág. 259).”

El danilismo pretende construir con la reelección  una historia tan espantosa y parecida  como la de la Medusa, en la que su sangre, de la Gorgona o  Medusa,  se utilizó como un veneno  poderoso y letal, que al igual que la reelección, se empleó para matar y destruir  sus enemigos, en el  caso nuestro; destruir, avasallar, y desacreditar a políticos opositores que resisten los propósitos de perpetuidad del   Presidente de la República por encima del impedimento constitucional que le prohíbe ésta   y nunca jamás .