Jamás hubiese pensado, el afamado director cinematográfico e italiano, Marco Bellocchio, que su obra maestra, rodada en el 1972, El Monstruo en la Primera Plana, interpretada magistralmente por Gian Maria Volonté, tendría tanta vigencia hoy día.
Este filme describe, descarnadamente, como el uso comercial de noticias impactantes tiene una mancuerna política sobre la cual se apoyan los intereses de los grupos de presión social.
El objetivo es atraer la atención, del ciudadano común, sobre un Tema-Personaje, ¨acomodado¨ a los acontecimientos sociales que se desarrollan, en un determinado momento histórico, en una sociedad inmersa en el desasosiego, la incertidumbre y la anomia social.
Estos Tema-Personajes, son la respuesta o ¨mendrugo mediático¨ a los reclamos insatisfechos de una sociedad ávida de justicia social y que reclama el empoderamiento de un régimen de consecuencias, virtualmente inexistente.
Cada día nos levantamos con titulares impactantes que resaltan a estos Tema-Personajes en referencia a su diario acontecer, reflejados en:
- Lo moral, donde el núcleo familiar está en un estado de descomposición tal, que el boato y la vagancia se han convertido el ¨el norte a seguir¨ por una juventud que no encuentra respuesta a sus aspiraciones básicas y concluyentes.
- Lo económico, donde la especulación erosiona los presupuestos de los hogares dominicanos, a tal extremo, que los salarios mininos apenas cubren el 45% del costo de la canasta básica, empujando al componente familiar a ¨buscársela¨ cómo pueda.
- Lo religioso, donde exponentes del clero e iglesias cristianas, se han visto en vueltos en escándalos de pederastia, prostitución infantil, sibaritismo económico, etc, actitudes muy alejadas del compromiso moral del dogma de la religión que dicen practicar o ejercer.
- Lo político, donde el clientelismo institucionalizado y la coima han reemplazado a la vocación de servicio, que se supone tenga el servidor público, en el ejercicio de sus funciones.
- Lo institucional, donde la tecnología ha creado entes funcionales pero desprovistos del humanismo, razón de ser de una sociedad organizada y coherente.
- Lo comercial, donde todo un enclave especulativo domina la Oferta y demanda de bienes y servicios de esta sociedad.
En fin, todos los días tenemos un Monstruo en Primera Plana favorito el cual invade nuestras mentes como un OMEN de presagios inconcebibles, que nos llena de sobresaltos, brincos y espantos.
Sin embargo, existe un factor que los auspiciadores de este ¨mendrugo mediático¨ no han tomado en cuenta. Me refiero al hastío, que unido a la frustración, hará que de repente esta sociedad inicie un proceso de rechazo a estos Monstruos y caigamos en una apatía tal, que nos hará impermeables a estos hechos y, por ende, sigamos indiferentes a las causas de la anomia social que vivimos.
Son precisamente en las causas, no los resultados, lo que los medios deberían poner más énfasis como una transformación estratégica del manejo de estos Monstruos en Primera Plana.
Entiendo perfectamente el derecho que le asiste a los medios de comunicación de denunciar a estos mercaderes del poder. Sin embargo, no basta con la denuncia; deberían coadyuvar, con sus bases de datos y apoyo logístico, a que los ciudadanos puedan constituirse en parte civil como un aporte efectivo contra la impunidad y el abuso de poder.