Siendo la República Dominicana uno de los países más avanzados en tecnología de la comunicación, es oportuno aprovechar los medios de comunicación para orientar y educar a la ciudadanía en general en civismo, en el respeto a las normas establecidas, en crear conciencia en derechos y deberes ciudadanos; con la finalidad de fortalecer la institucionalidad y el estado de derecho.

La seguridad ciudadana y la paz social son un derecho ausente y están en crisis. Penosamente con el involucramiento de los cuerpos militares en esta tarea que son exclusividad y de naturaleza policial se empeora más, aun parezca lo contrario. Esta situación sigue siendo una amenaza al futuro de nuestra policía y aleja la oportunidad de su reforma acorde a la modernidad y la institucionalidad democrática. Los medios de comunicación menosprecian o desinforman sobre estos temas  desconocidos para la ciudadanía  y dejan grandes confusiones.

A propósito de estos reveses para la reforma policial quiero resaltar algunos detalles de nuestro libro “Redefinición Policial: Garantía de la Seguridad Ciudadana” el cual comenzáramos a escribir en año 1999 y fue publicado en el 2004, no es más que una propuesta para la transformación de nuestra institución policial, a través de la comunitarización y democratización. Se resume en los  aspectos importantes:

• Gerencia y liderazgo.

• Definición y límites de roles, alcance de función de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Responsabilizándole a la policía como su misión principal la seguridad interior, de seguridad pública o seguridad ciudadana impidiendo la usurpación de tareas de policía por parte de las Fuerzas Armadas

• Selección e ingreso riguroso y estricto de los recursos humanos. La depuración, clasificación y redistribución por especialidad de los recursos humanos y de esta forma hacer estables y permanentes en sus puestos a los policías especializados en el desempeño de las diferentes funciones.

• Mejorar la calidad de vida de los policías, a través de una seguridad social integral y de mayor presupuesto institucional con salarios más adecuados. (Reconociéndole el más alto nivel de riesgo que tiene la función policial.)

• El establecimiento de un sistema de educación y capacitación estructurado en la filosofía comunitaria (rol preventivo y mediador con la participación de la comunidad) y en la actualización del ordenamiento jurídico en su papel de Policía Técnico-judicial. Estableciendo Doctrina policial.

• Manual para el desempeño de funciones y uso de formularios de procedimiento de actuación.

• Fortalecer el servicio de patrullas en la calle, a pie, montada (caballo y bicicleta) y en diferentes tipos de vehículos de motor, incluyendo unidades aéreas y acuáticas, aplicando la comunitarización (acción proactiva) y territorialización (delimitación de áreas o cuadrantes).

• Satisfacer la carencia de un sistema de gestión de análisis e información, uso de la criminología. Centro de estudio criminológico monitorear los cambios de la sociedad.

• Personal especializado para control y seguridad de la frontera domínico-haitiana; puertos y aeropuertos; seguridad presidencial, protección del medio ambiente y recursos naturales; seguridad del metro, protección judicial, unidad de rescate, negociación de conflictos y de secuestros; unidades antiterrorismo, forense, protección de instalaciones vitales y VIP; unidades de vigilancia aérea, entre otros.

• Transparencia, fiscalización y equidad en la distribución de los incentivos y beneficios a los miembros policiales (partidas presupuestarias y sobresueldos).

• Promover la honestidad, y valores éticos .

• Institucionalidad, transparencia y eficiencia en Asuntos Internos.

• Defensa y cuidado a las propiedades del Estado.

• Mecanismos eficientes de expresión y difusión de información y comunicaciones internas, externas y de las relaciones públicas en la institución policial.

•  Ampliar y consensuar las políticas de seguridad pública.

Esta oportunidad se presta para crear un nuevo modelo de policía, con una visión civil y democrática diferente a la tradicional, basado en acciones proactivas y gestión de resolución en forma pacífica para las diversas manifestaciones de la conflictividad social.

Estos cambios aseguran la eficiencia policial para salvaguardar el progreso, el desarrollo y el bienestar de la sociedad, como también la calidad de vida de los habitantes, el equilibrio de las ciudades y la paz, como resultado de la seguridad ciudadana.

Afirmamos que la comunitarización policial es la única garantía para implantar el estado de derecho democrático, dentro de un estado de situación objetivo y subjetivo en que las personas sientan protegidos sus derechos.

Queremos pedirle integración para defender la reforma policial. Hoy tenemos la oportunidad, la necesidad, el derecho, el deber y la obligación de consolidar la creación de esa policía anhelada, confiable, moderna y democrática al servicio de la ciudadanía.