Educación de calidad, el principal desafío, el más trascendente problema de la educación dominicana. Si bien de forma muy correcta se pueden dimensionar los problemas de la educación dominicana en sus niveles macro y micro, como apuntó un acucioso lector de esta columna, la realidad es que si no hay cambios radicales en lo que se hace en el aula, no hay avance.
Desde el 1992 se han elaborado planes decenales de la educación. El diseño curricular ha sido reconocido internacionalmente. A la educación dominicana aún con la baja presión fiscal, hoy se le dedica aproximadamente la quinta parte del presupuesto nacional. Además se construyen aulas de forma acelerada; más aún un aspecto crucial entre los problemas principales de la educación dominicana tiende a ser superado: las condiciones de vida y trabajo de las maestras y maestros progresan sistemáticamente: salarios, seguridad social, formación y capacitación.
Ya la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico-OCDE- uno de los organismos internacionales de mayor prestigio, en un enjundioso estudio sobre la educación dominicana en el 2008 afirmaba que la República Dominicana ha establecido planes que reflejan las prácticas más exitosas de reformas educativas en el mundo… pero falta acción continua.
Los problemas en el aula si se pudiesen considerar como micro, tienen dimensiones gigantescas. Hay que introducir profundos cambios en lo que se hace en el aula. Y el dominio del lenguaje escrito ocupa un lugar central, de gran impacto en la tan baja calidad de la educación dominicana.
Se afirma que “suponer que alguien que no sabe escribir pueda pensar con claridad, es una ilusión” y se refiere a un estudio sobre el valor que a la redacción otorgan instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Harvard y la Universidad de Yale, entre las cinco mejores del mundo.
Hay que cambiar radicalmente la forma como se asume que se aprende a escribir. Reputados especialistas aconsejan que se privilegie desde los primeros grados en las niñas y niños y desde ahí en todo el proceso educativo, redactar textos de varios párrafos una vez se hayan alfabetizado, y que a partir de ahí se estudie la gramática normativa y no al revés. Escribir con claridad, precisión y corrección es vía efectiva para el progreso del pensamiento, instrumento principal del desarrollo humano.
Hay que superar los inefectivos y aburridos métodos que predominan de forma tal que aún después de la secundaria o la universidad, no es posible expresar el pensamiento correctamente por medio del lenguaje escrito. Aprender a redactar es un camino efectivo hacia la superación del gran retraso de la calidad educativa dominicana.