Semanas de cuarentena han concluido con el inicio de la primera fase para reactivar la economía luego de la pausa impuesta en la cual nos quedamos en casa, dejando libre el espacio público de la ciudad. La pausa nos permitió observar las bondades de una ciudad sin congestión, sin arrabalización, con menos contaminación, sin ocupación ilegal de lo público; una ciudad que tiene el control de sus espacios, lo cual mostró que la regulación de las actividades puede mejorar la dinámica cotidiana de la población para el disfrute colectivo de lo público.

Lamentablemente la apertura anunciada ha traído consigo la ocupación desregulada de todo el espacio público; poco a poco regresamos a la ciudad tortuosa que nos acompañaba antes de la cuarentena, congestionada como en sus mejores tiempos, con actores en desobediencia, con aceras violadas en su totalidad y espacios secuestrados para el uso particular, dejando a la ciudadanía envuelta en un caos que deteriora y disminuye la competitividad de su gente y de sus estructuras.

Este proceso de reactivación de la economía a nivel nacional es la mejor oportunidad para que los Ayuntamientos recuperen el control de todo el espacio público sin distinción, el momento histórico en el cual nos encontramos demanda de acciones inmediatas por parte de los administradores del territorio municipal para recuperar el control de lo perdido. Un control para impulsar iniciativas para mejoren la productividad de la ciudadanía.

Con carácter de urgencia las Alcaldías deben establecer acciones para recuperar los espacios de la dinámica urbana que han sido usurpados de forma ilegal, invasiones de lo colectivo que de forma silente se encuentran ocupando aceras, espacios residuales, avenidas y que han sustraído con acciones particulares el lugar que es de todos en desmedro de la colectividad.

La pausa del uso ilegal del espacio público como resultado de la cuarentena debe traducirse en acciones concretas que permitan regular, fiscalizar y ordenar todas las actividades y ocupaciones del espacio colectivo; esto permitirá que los Ayuntamientos se conviertan en verdaderos administradores de sus territorios y así apoyar este proceso de reactivación en cada demarcación para el beneficio colectivo de toda la ciudadanía.

Si después de esta pausa no hemos podido recuperar el control de lo que hemos perdido con el tiempo y tenemos la misma ciudad, habremos perdido la mejor oportunidad para devolver a la ciudadanía un verdadero lugar donde habitar.