En mi afán por reconciliarme con mi antiguo hábito de lectura, ese que todos creemos haber tenido –me incluyo– y que muy pocos realmente tuvieron, un amigo apasionado del marketing (Oscar B.) me presto ¨Las 22 Leyes Inmutables de la Marca¨ de Al y Laura Ries (Padre e hija).

El libro, traducido al español por Raúl Peralba y Raúl González del Rio de McGrawHill, relata con ejemplos de marcas muy conocidas, cuales son las 22 reglas que se deben seguir en el proceso de ¨branding¨.

El ¨branding¨, es el proceso de creación y desarrollo de una marca, como lo explican los traductores en términos llanos y castellano para mercadologos, el ¨branding¨ es marketing. El “branding”, busca darle identidad a la marca dentro de su mercado.

Leyendo ley por ley, este que es al parecer lectura obligatoria en mercadeo, vuelvo a reforzar la idea que la mayoría tenemos. ¡Cada uno es una marca!

Quienes lo han leído deben entender porque digo esto, y a quienes no se los recomiendo.

Con cada una de las leyes, nos podemos dar cuenta que pueden ser aplicadas en la vida personal o profesional, que como marcas que somos, debemos aplicar las técnicas de ¨branding¨ para que nuestro nombre siga escalando posiciones en la mente de nuestros ¨consumidores¨ (padres, amigos/as, empleadores, colaboradores, clientes, etc.).

La ley de la concentración, por ejemplo, dicta que “una marca se fortalece cuando concentra su enfoque”. Es simple, piénsalo. En lugar de una marca o un individuo, disgregar su talento en varias cosas, se especializa en una y se asegura de que todos sepan que para eso deben buscarles.

En aras de la brevedad, no vamos a relatar el libro completo. Veamos una Ley más, la de la Comunicación.

Esta dice que “una marca debe apropiarse de una palabra en la mente del consumidor”. Ejemplo, a cada palabra, piensa en la marca que te llega a la mente. Cerveza = ¿?, béisbol = ¿?, teléfonos = ¿?, navajas de afeitar = ¿?, cada una de estas palabras están ocupadas en la mente de todos con nuestras marcas favoritas, de igual forma los individuos se adueñan de alguna palabra o frase en la mente de quienes nos lo rodean.

Todos tenemos un amigo, un cliente o hasta conocido, en quien pensamos desde que escuchamos palabras como, periodismo, mercadeo, buen vestir y otras tantas. Por ejemplo en el deporte, si escuchamos esteroides, pensamos en Canseco o en Barry Bonds.

Como marcas debemos buscar una palabra que nos identifique y asegurarnos de ocupar un buen lugar en la mente de nuestros “consumidores” con esa palabra.

Quien tenga la oportunidad busque el libro, cómprelo o consígalo prestado. Definitivamente “Las 22 Leyes Inmutables de la Marca”, es lectura obligatoria en el mercadeo y para quienes puedan traducirlo a  la vida cotidiana, también.

Twitter: @JorgeChaljub