El pasado lunes 24 de noviembre se dieron a conocer los resultados del estudio realizado por la firma Gallup en cuanto a la preferencia de los dominicanos, con miras a las próximas Elecciones Presidenciales del año 2012. Las reacciones ante estos resultados no tardaron, incluso hubo declaraciones unas cuantas horas después de su publicación. Y es que la conducta presentada por los dos partidos con mayores posibilidades de llevarse el triunfo, llama la atención. De parte de uno, la inconformidad y por parte del otro, la tranquilidad.
Comenzando por la inconformidad del PLD, donde pusieron en duda la seriedad del estudio y exigieron que se dieran los datos reales. Expusieron que no es posible que el candidato del partido opositor no haya registrado un descenso y que peor es que se haya mantenido con el mismo porcentaje presentado tres meses atrás. Lo curioso de todo es que en vez de estar felices por el ascenso de su candidato y destacar el trabajo que han realizado, que por eso es que se incrementó en un 9.2% o contentos porque ya están en competencia, tomando como referencia los resultados de agosto en donde no existía ninguna posibilidad de lograr el triunfo, pongan en duda estos resultados. En agosto la desventaja era de casi 15% y para noviembre, tres meses después, se redujo a tan solo 5.3%.
El PRD por su parte ha mostrado una conducta totalmente contraria a la asumida por el PLD. La tranquilidad es lo que ha primado en ese partido después de conocer los resultados de la encuesta. Esto también llama la atención, porque ¿Cómo pueden guardar la calma cuando ven que de una posición tan cómoda en agosto, sólo tres meses después, la ventaja se redujo a una tercera parte de lo que contaban para entonces? Si es cierto que el candidato no ha perdido puntos, con relación a los resultados presentados por esta firma en el mes de agosto, no es menos cierto que tampoco ha crecido. Si se toma en cuenta el estancamiento porcentual del candidato del PRD, el crecimiento de tres puntos porcentuales por mes del candidato del PLD, la tasa de rechazo que presenta el candidato del PRD, sumado a los seis meses que faltan para las elecciones, es motivo de preocupación y no de tranquilidad.
Estos resultados deben tomarse en cuenta por cada uno de estos dos partidos, porque según este estudio siete de cada diez electores, que equivale a un 70%, piensa que no habrá segunda vuelta. Ni inconformidad, ni tranquilidad, sino preocupación es lo que deben traer consigo estos resultados. Para el PLD, aunque haya crecido está aún por debajo del PRD. Para el PRD aunque se ha mantenido, el PLD se le ha acercado demasiado.
Encuestas, promesas, discusiones, malcriadezas, descalificaciones, nos esperan para los meses que siguen antes de mayo. Pero es el 20 de mayo que se elegirá a la persona que tome las riendas de nuestro país, si es verdad que el pueblo es quien decide.