El pasado año, en medio de una economía global desacelerada, la dominicana manifestó un buen comportamiento de su sector externo, con excelentes resultados en el turismo y las zonas francas, pero cuando se evalúa en detalle la evolución de las exportaciones de bienes se concluye que es necesario lograr un crecimiento sostenido en los próximos años para contribuir a mayor creación de empleos y reducción del déficit en cuenta corriente.
El 2013 fue un año bueno si se comparan nuestros números con los de la región. Nuestra economía creció 4.1%, las exportaciones totales aumentaron en 5.8%, las nacionales en 10%, los ingresos por turismo crecieron en 7.5%, las remesas en 3.3%, el déficit en cuenta corriente se redujo en 31.4% y el resultado global de la balanza de pagos fue superavitaria en US$313.2 millones.
El sector turístico, con un extraordinario desempeño en medio de la presente situación global, se ha diversificado, estamos capturando otros mercados emisores y en 2013 los visitantes no residentes sumaron 4.69 millones, para un aumento de 2.79%, los visitantes extranjeros fueron 4.06 millones, un incremento de 3.6%, y los ingresos de divisas totalizaron US$5,089 millones. Este año luce prometedor para el sector y en enero la llegada de pasajeros no residentes por la vía aérea alcanzó la cifra de 449,919 para un aumento de 6% y los extranjeros aumentaron en 7.1%.
Las zonas francas mantienen un buen comportamiento, crecieron 2.5% en 2013, tras varios años de declive especialmente los textiles; y la buena noticia es que RD va a seguir beneficiándose del aumento de los costos en China y las estimaciones apuntan a que seremos de los cuatro países de AL, en una lista de 16 países a nivel mundial, que van a sustituir el gigante manufacturero como suplidores de textiles, calzados y ensamblaje de celulares. Se estima los ingresos del sector aumentarán entre 3-5% para este año.
Las remesas, a pesar de la pérdida de puestos de trabajo en los países donde residen los dominicanos, alcanzaron la suma de US$3,268 millones para un crecimiento de 3.3%.
Las exportaciones nacionales aumentaron un nada despreciable 10%, pero si se analiza en detalle caemos en cuenta que ese crecimiento se debió fundamentalmente a un incremento de 559.8% en las exportaciones de oro, mientras las exportaciones de mercancías disminuyeron en 15.9%(azúcar, café, cacao, tabaco etc.), e incluso las exportaciones calificadas como “productos menores”, que habían aumentado en 13.7% en 2012, disminuyeron 14.3% el pasado año.
Con la mejoría en el entorno global es de esperar que turismo, zonas francas, remesas e inversión extranjera presenten un mejor desempeño y que el déficit en cuenta corriente, estimado por el Programa Monetario, ronde el 4.9% del PIB, básicamente el mismo nivel de 2013(4.8% del PIB), sin embargo todo parece indicar que el aumento de las exportaciones nacionales estará de nuevo sustentado en las exportaciones de oro, de las cuales el país solo recibe efectivamente un porcentaje de esos ingresos.
El incremento sostenible de nuestras exportaciones de bienes y servicios no podrá sustentarse única y exclusivamente en zonas francas y turismo, y mucho menos pretender cerrar la brecha en la cuenta corriente en base a las remesas, inversión extranjera o financiamiento externo.
Se atribuye ese pobre desempeño de nuestras exportaciones, especialmente la de bienes, a nuestra baja competitividad, fruto entre otros, de déficit institucionales, trabas burocráticas, alto costo de la energía, baja calidad de la mano de obra, financiamiento escaso y caro, sin embargo, ¿Por qué con todas esas desventajas los empresarios turísticos y de zonas francas han posicionado al país como líder del Caribe y Centroamérica en esos sectores?
Esperemos que la mesa conjunta y el trabajo mancomunado del Gobierno y el Sector Privado permitan eliminar los obstáculos para convertirnos en una potencia exportadora: así y solo así habrá creación de empleos, aumento del ingreso, reducción de la pobreza y reducir la dependencia de los préstamos externos para financiar el presupuesto y la balanza de pagos.