Una decisión del ámbito económico que va por el camino correcto, es el tomado por el Ministro de Relaciones Exteriores en procura de ampliar las relaciones bilaterales con Cuba, en un marco general para la negociación de un acuerdo de alcance parcial.

Esta decisión se plantea ante las condiciones de apertura y desbloqueo de las medidas que le impuso Estados Unidos a Cuba por más de medio siglo, manteniendo a esa nación aislada del comercio abierto con el resto de las naciones del mundo.

Con la apertura de esta isla caribeña a la gestión de negocios en un marco de libre competencia, hay señales de que Cuba será un mercado no solo de oportunidades sino también de amenazas para nuestro país, en la medida que modernice sus infraestructuras y sus capacidades de producción, fortaleciendo al propio tiempo su potencial receptora en el sensible sector turístico.

El acuerdo suscrito por el Canciller Vargas Maldonado y la viceministra de Cuba Ileana Núñez se concretiza en un ambiente de dinamismo comercial bilateral, con un incremento de casi un 70% de las exportaciones dominicanas hacia Cuba, ascendente a US$53 millones entre los años 2010 y 2015. Las importaciones desde Cuba al país, por otro lado, fueron de US$38 millones en 2015 para un crecimiento de 38% del 2010 al 2015.

De este modo la Republica Dominicana se coloca en estado de alerta con sus sectores productivos y de gobierno aunando esfuerzos para situarse a la altura de los tiempos, haciendo acopio de las herramientas más adecuadas para competir ventajosamente en beneficio de los intereses de nuestra Nación.

En definitiva hay que tomar en cuenta que Cuba cuenta con una población que sobrepasa los 11 millones de habitantes y una economía que los expertos presagian podría crecer entre un 5 y un 6% del 2016 al 2020.