El jueves de la semana pasada recibimos en nuestro programa radial Víctor en Vivo que transmitimos por zol106.5 fm a Ramfis Domínguez Trujillo niento del dictador Rafael Leonidas Trujillo y candidato presidencial del Partido Esperanza Democrática.

Normalmente suelo transmitir el programa en vivo por facebook live y luego compartir el video en mi muro, así que quienes gusten pueden ver la entrevista. Pero en esta ocasión también compartí la entrevista en mi página de facebook Vivencias en broma y en serio y para mi sorpresa esta entrevista ha implantado un record pues, hasta ayer que miré por última vez la actualización 15, 530 personas habían visto la entrevista, aunque solo 41 personas la habían compartido.

Lo extraño para mí es que de los cientos de comentarios realizados podría decir que el 80% de ellos favorecían al candidato y prometían apoyarlo para presidente y aún más, todos coincidían en dos puntos fundamentales: que Ramfis trancaría a los corruptos y que terminaría con la invasión pacífica de los haitianos. Es evidente entonces que existe un cierto hastío en el país con relación a estos temas.

En la entrevista Ramfis decía que el 65% de las personas que le siguen son jóvenes que oscilan entre los 15-34 años de edad, lo que significa que quienes lo siguen son los jóvenes en un país que es mayoritariamente joven pues el 36% de la población oscila en esta edad.

¿Por qué pienso que ocurre este fenómeno de que sea la juventud la principal seguidora de él? Lo atribuyo fundamentalmente a que la juventud que tenemos no ha tenido la experiencia de una guerra civil y mucho menos de una dictadura. Mi generación, aunque no vivimos la dictadura, fuimos los más cercanos al testimonio de quienes vivieron los doce años de Balaguer y la guerra de abril del 65. Juventud de este tiempo le ha tocado vivir en la sociedad post-ideológica en donde prevalecen el gusto por las cosas banales y que yo he llamado Sociedad de la Nada.

A la juventud de hoy le ha tocado vivir en este ensayo de democracia y ha experimentado la decepción de un liderazgo político cuyos escándalos de corrupción son cada día más grande, cada escándalo supera al anterior, pero lo peor de todo es que no se observa un sistema de consecuencias para esas personas.

Es esa tendencia a la impunidad que ha llevado a la juventud, y casi toda la sociedad, a no tener confianza en el liderazgo político de estos tiempos. Pero hay un fenómeno igual de preocupante y es que ¿si existen en el país otros líderes políticos por qué inclinarse hacia Ramfis Trujillo? Muchos lo atribuyen a que los jóvenes no conocen la historia, pero yo pienso que sucede porque no ha surgido un líder que sea capaz de motivarles lo suficiente ni que dé garantía de realmente tener mano dura para enfrentar esos males y ese desencanto lo expresan en un aforismo “Trujillo ven a ver”. Es la razón por la ganó Rodrigo Durterte en Filipinas o por la que Keiko Fujimori ha quedado dos veces como la segunda más votada.

La verdad es que el escenario es sombrío y si nuestra juventud, y gran parte de la sociedad, deciden apostar a Ramfis a pesar de su pasado, los líderes dominicanos tienen que cuestionarse seriamente y siento que estamos ante una verdadera crisis de la democracia.