Rafi Vásquez, se ha convertido en uno de los más cotizados pintores y acuarelistas dominicanos de los últimos años en el país, por el dominio de la técnica de la acuarela que se asocian al paisaje ecológico, urbano y corporal. Se ha dicho que la vida de éste se balancea entre dos amores: el paisajismo artístico y la pintura de la naturaleza.
Se comenzó a formar siendo aún un niño en la Escuela San Rafael, de Puerto Plata, bajo la dirección del pintor y maestro puertoplateño Rafael Arzeno Tavárez (1914—1972).
En 1943 (con apenas diez años de edad) apareció en compañía de sus condiscípulos Luis Oscar Romero (1927—1987), Carlos de Mena Ortea (1926—2001) y Soucy Castillo de Pellerano (1928), en su primera exposición colectiva de pintura, bajo el patrocinio de la Escuela de San Rafael, de su maestro Arzeno Tavárez.
Rafi Vásquez, como sus compañeros condiscípulos, ejecuta trabajos realizados en acuarela y pastel.
Además, en esos primeros años abrazó la decoración, paisajismo forestal y la jardinería.
Rafi Vásquez, después de haber adquirido una formación artística al lado de Rafael Arzeno Tavárez, decidió viajar al extranjero.
Y luego, viajó al Canadá en 1952, completando su formación en el Reidley College, St. Catherine Ontario, durante tres años, teniendo entre sus profesores a Garnc Haiez, entre otros. Allí también hizo estudios de Arquitectura, pero la abandonó.
En el año 1954 participó en la exposición colectiva Mc Master University, Hamilton, Ontario, Canadá, siendo alabado por la crítica de arte de ese entonces.
Su arranque definitivo en la plástica dominicana se produce en la década de los 70, cuando participa en varias exposiciones individuales y colectivas en Puerto Plata, Santiago y Santo Domingo. La crítica de arte comienza a resaltar el nombre de Rafi Vásquez como un “paisajista dominicano” y además, “por el manejo de la técnica de la pintura de agua hace alarde (…) / Profundidad, perspectiva, volumen, sugerencia de los cambios del cielo antes de la lluvia, trascienden la sola reproducción del entorno, consiguiendo, a través de la luz y de la atmósfera, transmitir una serie de valores psicológicos que se consiguen a través de ese paisaje”.
Se ha dicho de él: “Rafi Vásquez es un valioso artista dominicano y su dominio con la acuarela lo ha situado a la altura de los más destacados cultores de ésta técnica”.
Rafael Antonio Vásquez Moya, nació en la ciudad de Puerto Plata, el 31 de octubre de 1933, hijo del reconocido médico, masón, filántropo y fundador de la clínica Dr. Vásquez, doctor Rafael Vásquez Paredes (nació en La Vega, el 23 de octubre de 1898, hijo de Rafael Vásquez y Evaristo Paredes y murió en Puerto Plata, el 12 de octubre de 1955) y de doña Dolores Moya García de Vásquez (oriunda de La Vega, quien nació 10 de septiembre de 1898 y murió en Santo Domingo, el 29 de abril de 1984.
El matrimonio Vásquez Moya, procreó, además, tres hijos más, que fueron: Delsa María (doctora en Medicina), Leyla Antonia (doctora en Farmacia) y Thelma Carolina Vásquez Moya (a) La Niña (doctora en Farmacia).
Hizo sus estudios primarios en la Escuela Graduada Pública José Dubeau, ubicada en la calle Separación esquina Antera Mota, dirigida por el profesor Tadeo Tavárez y teniendo como profesores: Petra Coste, Gloria Marión de Marte, Rumualdo Mickinney, Héctor Ricardo y otros.
Realizó los estudios normales en la Escuela Normal Emilio Prud” Homme, que funcionaba en el edificio que hoy ocupa el Museo del Ámbar y luego trasladada en donde funciona la extensión de la PUCMM, en Puerto Plata, regenteada por el profesor Carlos María Hernández y entre sus profesores, estaban: María Luisa Tesón, Aurelia Mella, América Carvajal de Lubrano, Luisa Martínez Persia, Eliza Hart, Madam Mariotti, Madam Pié, Graciela Sierron de Hernández, Zaída Núñez, Altagracia Miller y otras.
Entre sus condiscípulos estaban: Alma Almonte Jiménez, Elvia Campillo Quintana, Lucrecia Reyes, Socorro Limardo, Mercedes Henríquez Disla, Lourdes Redondo, Carmen Merette, Judith Clisante, Elena Souffront, Altagracia Rojas, Luz López Balbuena, Leyla Morales, Aurelio Tapounet Sandoval, Rafael Huberto y Huberto Rafael Pérez Mera, César de los Santos, José Manuel Polanco Zeller, José Naón García, Félix García, Pedro Mariotti, José Francisco Figueroa, Paúl Paiewonsky D., Leonel Bournigal, Luis José Merette Santana, Javier Jiménez Gordián, Albino Conte Grisolía, Ricardo Brugal Limardo, Rafael Antonio Domínguez S., William Miller, Rolando Cobles Pérez, Oscar Rodríguez Tolentino, Elías del Rosario, Mario Ruiz, Leonel Jiménez Gordián, José Tadeo Monagas, Fernando Villanueva, Daniel Ozuna, José Manuel Meléndez, Jaime Nicolás Betz, Evangelina Leroux, Guillermo Hans, Rafael López Balbuena, y otros.
Se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Matemáticas en el año 1951.
Rafael Vásquez Moya (a) Rafí (1933), junto a Jaime Colson (1901—1975), Rafael Arzeno Tavárez (1914—1972), Alberto Ulloa (1950—2011), Luisa Bordas Castellanos (1917—1999), Jorge Severino (1935), Luis Oscar Romero (1926—1987), Carlos de Mena Ortea (1926—2001), Camilo Carrau Villanueva (1937—2002), Servio Certad (1941), Ángel Muñiz (a) Pulín (1935), José Miguel Russo Fernández (a) Jochy Russo (1942—1994), Danilo de los Santos (1944), Miriam Morales (1934), Soucy Castillo de Pellerano (1928), Rafael Castillo (a) Rafo (1953), Eunice Castillo González (1951), Francisco Jiménez (a) Pery (1958), Francisco Santos (a) Frank (1962), entre otros tantos, son los más representativos pintores con que cuenta Puerto Plata dentro de la plástica dominicana.
En 1952 partió a la Universidad de Canadá a Estudiar Arquitectura, debido a la muerte de su padre ocurrida en el año 1955, tuvo que abandonar dichos estudios y regresó a Puerto Plata.
El 23 de junio de 1956 se inició en la masonería a través de la Logia Restauración No. 11, de Puerto Plata.
Se estableció en España para estudiar Arquitectura, realizando varios años. Abandonó nuevamente sus estudios y regresó a su ciudad natal.
El Consejo de Estado, presidido por el Lic. Rafael F. Bonnelly, lo nombró mediante el Decreto No. 7744 del año 1962 como Secretario de Primera Clase en la Embajada en Canadá.
En 1963 se inscribió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo para continuar sus estudios de Arquitectura, faltándole dos semestres abandonó dicha carrera.
Casó en Primeras nupcias con Maruka Heinsen y procreó tres hijos: Rafael Ramón, George Alberto y Juan Diego Vásquez Heinsen.
Se matrimonió en segundas nupcias con Mirki Hart y tuvo una hija: Fernanda Gabriela Vásquez Hart, casada con Juan Carlos Morales Plá.
Desde hace varios años vive solo y soltero. Dedicado exclusivamente a la pintura, la acuarela y la decoración. Habla y escribe inglés.
El crítico de arte José Miguel Veras ha sostenido sobre él: “Rafi Vásquez es un recreador de la geografía dominicana, de sus paisajes marinos, montañosos, palmeros, celestiales y urbanos cuando la mirada de puertoplateño sentimental se vuelca sobre las imágenes de lo que fue un “pueblito encantador”, repleto de victorianismo arquitectónico y escenas populares. Es recreando la geografía nativa y nacional que le “parece que estaban diseñando el mundo esta parte la diseñaron en acuarela”.
El crítico de arte, Danilo de los Santos lo ha calificado así: Rafi Vásquez es una personalidad abierta, franca, amable y resuelta en los naturalismos cotidianos, de la vivencia que mezclan inocencia y libertad. En ese sentido su obra, en la cual realmente se aferra a los localismos de la tierra nativa, expresa su aroma de testigo de aquí, de allá y de acullá. Es por esa trashumancia emocional que él redacta como “recuerdos”—así llama a sus paisajes—las anotaciones de una estadía en Nueva York, los amaneceres de una residencia epocal en Gurabo, comunidad de Santiago y las estampas irrepetibles y desaparecientes de Puerto Plata. Como tratadista de sus temas específicos, especialmente del paisaje a la acuarela, al pastel y con acrílica, este pintor suele elevarse utilizando el formato a veces amplio, muy amplio.
“A pesar de la preferencia por ese medio técnico y por el paisaje, él ha trabajado el óleo y el pastel, reproduciendo motivos florales, desnudos y retratos. Si en el desnudo se produce la reverencia de un entusiasmo del cuerpo adánico—cuerpo de “hembro”, lo denomina–, sobre todo en retrato también masculino, él expresa una emoción psicológica dual: por un lado consigue calar la belleza anímica del modelo proyectándose el pintor a la vez como un seductor visual”. (Memoria de la pintura dominicana. Convergencia de generaciones. 1940—1950, tomo 3. Santiago, impresión Vista color, 2004, página 31. Centro León Jimenes).
En los actuales momentos Rafí Vásquez, conjuntamente con Alberto Ulloa (fallecido), Jorge Severino y Servio Certad, son los cuatro mejores pintores puertoplateños y más altamente cotizados sus obras de arte en el país y el extranjero.