La flamencología no es solo disciplina académica, sino también disciplina poética, de voz, de canto-danza y vertiente de una geografía real surgente de espacios de la historia existencial y cultural de esa España rebelde, pero memorial, que desde lo popular, lo real, lo escrito y visional arrastra los orígenes de una tradición del romancero que ha ido más allá de los juicios y análisis de R. Menéndez-Pidal, A. Rodríguez Moñino o los abundantes juicios sobre anónimos romanceros viejos y nuevos.

Si es cierto que la oralidad y la música del romance se expresan como historia, valor cultural y huella, hay que escuchar también lo que dice la tradición unida al cante “jondo”, muy “jondo” que camina por la voz tradicional de Andalucía, la gitanería peninsular y los poetas andantes y cantantes que van y vienen, de aquellos hitos legendarios de bailaores y bailaoras que pulsan guitarra, baile y verso desde un ritmo inherente al poema vivo y dicho.

Así pues, en el Romance de Francisco Javier Mellado Cortés del poeta, cientista y maestro Rafael Delgado Calvo-Flores, a quien conocimos en Santo Domingo, República Dominicana, hemos encontrado un camino de la poesía como nervio de la danza y la interpretación poética. No solo porque en su caso hemos reconocido desde la poesía y la amistad al científico y al profesor universitario, sino porque además le hemos conocido desde su corazón de hombre íntegro e intelectual solidario en la poesía y la memoria.

Su presencia en nuestro país acoge ya dos vertientes del arte de trovar, poetizar, rimar y ritmar la palabra. Al leer su poesía hemos percibido el espíritu de una cultura que se abre a los caminos de lo popular y lo culto peninsular, y de esa cultura también histórica que recuerda el Al-ándalus y los recorridos del canto-romance, árabe-andaluz e hispano-árabe, encontrados en la tradición del cante que muy bien lo ha explicado Calvo-Flores, en aquella conferencia dictada en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), sobre poesía y canto flamencos. Un verdadero banquete de arte que nos lleva a recordar que la poesía popular del flamenco vive como cultura, historia y lenguaje.

Don Rafael Delgado Calvo-Flores  dictó una magistral conferencia ilustrada, en la que una visión donde la poesía se convierte en experiencia, existencia y verdad cobra su verdadero valor y temblor verbal.  El dramatismo del verso recitado y vivido en la métrica de un tejido, distribuido en coplas y cuartetas de arte menor que no se sienten como estrofas, sino como dos ritmos, sístole y diástole de un corazón abierto al canto estructurado como gesto, música y especie poética, se llevó a cabo en un tiempo-espacio casi mágico de representación cultural e interpretación.

Nuestro autor que forma parte importante del Grupo de Estudios Flamencos de la reconocida Universidad de Granada y además, y así lo ha demostrado en su estadía en Santo Domingo, es un humanista, un edafólogo y cultivador de la  ciencia farmacológica y con ella de las ciencias de la salud y la naturaleza; también presento una conferencia ilustrada en la Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde nos ofreció valiosos datos que atestiguan su saber y sobre todo su filosofía y consciencia de ser para los demás.

En dos prestigiosas universidades dominicanas, la UNPHU y la UASD, pudimos escuchar al profesional y maestro de Ciencias Naturales y al poeta, al humanista defensor de la relación ciencias y letras. Pero lo que más impactó positivamente fue su erudición ligada a su sensibilidad y pasión por la literatura y la música. La historia del flamenco ligada a la historia y la iconografía de cantores míticos (Francisco Javier Mellado Cortés, Antonio Mairena, Manuel Benítez Carrasco y el propio Federico García Lorca), ha hecho camino al andar desde el romancillo, la flor, los cantares del Cancionero Anónimo, la Canción real, la canción airada, adaptada en la península, la serranilla, el romancero general y los cancioneros andaluces viejos y nuevos.

La edición del Diccionario bibliográfico de pliegos sueltos poéticos del siglo XVI, cuidados y editados por Antonio Rodríguez Moñino (véase también su Manual de cancioneros y romances), ofrecen muchísimos datos y ejemplos de dicha tradición en el contexto español y sobre todo andaluz. Sin embargo, lo que nos “habla” desde la poesía el más reciente libro publicado por el poeta Rafael Delgado Calvo-Flores es de su vocalidad poética y el registro sentido de lo dicho a través del Romance de Francisco Javier Mellado Cortés. He aquí su pauta de comienzo:

A tientas palpo este sueño.

Un mal sueño que me pesa

Persiguiéndome de día

Y en la noche me gobierna;

Agarrota mi garganta,

Mi pecho pone en cancela;

Conduce mi mano triste

Pluma que solloza penas,

En sus letras, relatando

El más sórdido poema (p. 15)

El ritmo impuesto desde los tonos del decir poético vive en la voz y concentra el oído, la “escucha” orientada al poema como interpretación, melodía y ritmo:

Por el albor de los días

Quedan charcos de agua negra,

Huyendo a la vencida,

Sola, marchita y trémula

(Ibíd.)

La tradición se concentra en lo dicho como forma-sentido de una memoria que se constituye, mediante el cuerpo dos épocas, tal y como se lee en Romance…

En estos tiempos que corren

A la grupa de dos épocas

Una que vuela de prisa,

La otra que no la espera.

Una que va hacia el abismo,

La otra que desespera

De ver cómo va perdida

Sin darse cuenta ni ella.

(Op. Cit. P. 16)

El poeta nos explica en Notas, los diversos tópicos y referencias del poeta. Así, en la nota 1, nos explica la importancia del barrio de El Albayzin en Granada y que le sirve de escenario al romance, indicado que es el solar donde nació el poeta Calvo-Flores. En la nota 9 se orienta la lectura mediante explicación sobria: “En ciertos lugares marginales del barrio, como el enclave urbano de geografía mínima e intrincada, habitado por siglos, subsisten inmuebles en franco deterioro que constituyen el albergue provisional de gentes desamparadas sin vivienda” (Vid. P. 39).

En efecto, la biografía intelectual de este edafólogo español, la encontramos en sus conferencias orientadas a las Ciencias de la Tierra, de los suelos que contribuyen a buscar repuestas farmacológicas, geoquímicas y medicinales en un ámbito de especialidad dedicado a conseguir soluciones propias de las Ciencias de la Salud y con ellas de la naturaleza.

Tal y como aparece en su ficha biográfica, nuestro autor es un gestor, difusor y “democratizador” de la cultura y el arte flamencos, pero sobre todo es “Secretario del Grupo de Estudios Flamencos” de la Universidad de Granada, que cultiva este arte en diversas facetas intelectuales: “Ciudad de Jumilla”, 2007; autor del libro Poemas Gitanos, Gypsy Poems, Editorial UGR, 2005. Ha sido conferenciante en foros como Fundación Cultural Caja-Granada, Peña Flamenca, La Platería (Granada) o las Semanas de España en la República Dominicana, Embajada de España en la República Dominicana, Universidad APEC, 2014” (Op. cit. p. 41).

El poeta y cientista que también es miembro del Consejo Editorial de la revista Extramuros, ha sido un defensor de la Flamencología entendida como sector de investigación  artístico-cultural, donde se reúne una cantidad de creadores para reflexionar y darle continuidad académica y sociocultural a un tipo de creación que, en su historia, dinamiza las poéticas orales y espectaculares del flamenco, su visión del mundo y del sujeto.