Durante los años sesenta y setenta la “HIAW, Radio Guarachita”, en el 690 de A.M., fundada por Radhamés Aracena en 1964, fue “la poderosa”, y, sobre todo “la campeona”, como se vanagloriaba: “Desde Cabo Engaño hasta la frontera sólo hay una, Radio Guarachita, la Campeona. Con su antena poli direccional de 360 grados”.
Radio Guarachita tenía una programación singular, particular, afincada en la música originada y preferida por subalternos sociales de entonces, una versión dominicana de la música underground, pero de tierra adentro, del campo, y de núcleos semi urbanos de las provincias y barrios marginados de las afueras de la capital, Santiago y otras ciudades importantes y populosas. Le cupo la gloria de haber sido pionera en la promoción y popularización de la Bachata, y gran auspiciadora del merengue típico y de las mejicanadas lacrimógenas.
Los de niveles sociales medios y altos, y todos los de niveles educativos aceptables hacia arriba, la despreciaban y tenían mal vistos a quienes la escuchaban. Era como una mancha en el dial dominicano… porque Radio Guarachita había incorporado socialmente y le había dado presencia pública a los marginados. Los tales izquierdistas de entonces la despreciaban porque “alienaba a las masas”. ¡Tremendo menjurje conceptual! Yo no, yo admiraba y casi reverenciaba a Radio Guarachita y me constituí en un promotor de su repudiada bachata y de algunos de sus grupos musicales, como Los Macos Pejes, salidos del monte, del patio, del callejón, del ron Jaca Especial, del ron “Bermúdez Dorado Cara de Gato” y también del Triculí y del “Brugal o no tomar”…”Donde hay un hombre, hay Brugal”.
Radio Guarachita tenía como norma recordar hora tras hora cada día de la semana: “Hoy es día de mucho trabajo. Comienza la semana. Hoy es lunes, hoy es lunes, hoy es lunes”. /“¿Tiene usted alguna deuda pendiente? Recuerde que hoy es jueves”./ “Hoy es día de fiesta, a divertirse con Radio Guarachita, a divertirse con Radio Guarachita, al estilo de la poderosa”.
Dueña de un estilo grandilocuente, festivo, musical, exhortativo: “Aquí está Radio Guarachita. Cien por ciento musical, con más discos cada minuto que pasa, con música a toda hora. Y ahora la hora”…
Porque además de ser una radiodifusora también operaba como una fábrica de discos o “prensadora”: “Prensadora y distribuidora La Guarachita, la más grande y moderna fábrica de discos de la República Dominicana, se complace en presentarle: Así cantaba Pedro Infante”. Y de una vez la voz vigorosa y dulzona de Pedro Infante: “Un amor que se me fue/un amor que me olvidó./ Por el mundo yo voy penando. /Pobrecito amorcito/ pobrecito que perdió su nido./ Caminar, caminar/ ya empieza a oscurecer”.
Radhamés Aracena era ingenioso, un creativo nato a quien le seducía la grandilocuencia. Encendía la imaginación de los radioyentes al meterle por los oídos alguna guayaba injerta fantástica como la de que operaba con una “antena poli direccional”, que era “de 360 grados”, gracias a la cual se oía de Cabo Engaño a la Frontera. Constantemente la promocionaba:
“-¡Ey, Freddy! ¿Me estás oyendo?”
“-¡Sííííí!”
“-¿En dónde estás tú?”
“-Te estoy acolumbrando desde la frontera”.
“-¡Ajá! Pues sigue escuchando a HIAW, Radio Guarachita… ¡Ajá!, hasta allá llega nuestra onda por nuestra antena poli direccional de 360 grados, ¡rumbo al futuuuuuro!
“-Yes”.
¡Qué inventiva! ¡Qué buen jablador!