A veces me siento como un Salmón que siempre va nadando en contra de la corriente. Sin embargo, no puedo desprenderme de mis reflexiones, que hoy agobian mi sentir como ente pensante y parte de este conglomerado difuso y disperso, que llamo comunidad.

El Homo Sapiens “moderno” ha tenido que claudicar sus convicciones ante el apabullante arrojo de los arribistas y mediocres, para conseguir un “plácet” en esta sociedad.

Cuando entro en un “trance” holístico, dentro del fulgor de un buen Habano y un Cognag Ibérico, surgen en mis inquietudes insospechadas, que hoy deseo plasmar en esta entrega.

A mi corta edad, he visto Babeles derrumbadas; Minotauros descuernados; Edipos reconciliados; Sílfides afónicas; Ciclopes con gafas; Unicornios sin montura; muchos Ulises con espadas botas y, sobre todo, Ninfas postizas y llenas de ansias sibaríticas a expensas del Midas de turno.

Es por eso, que hoy decidí entregarles estas reflexiones, como un legado a las futuras generaciones.

Nuestra Juventud, no ha tenido la oportunidad de “echar un conversao” con aquellos que han vivido estas cuitas holísticas, debido al bombardeo constante que los coloca en universos alienantes y faltos de verdad.

La memoria histórica de ellos se limita a un   entorno mediático y cibernético que está patrocinado por los más obscuros intereses, que hoy gobiernan nuestro planeta.

Estos “intereses” no desean que las juventudes sepan de su pasado histórico, debido a que podrían abrir una Caja de Pandora que pondrá en entredicho el origen de muchas fortunas, la legitimidad filial de muchas familias y la génesis de acontecimientos, mal narrados, que han configurado nuestro acontecer nacional.

Nuestra juventud esta hoy acéfala y falta de un liderazgo, que realmente les abra el camino hacia la investigación y el análisis crítico de sus orígenes y verdaderas raíces de su identidad nacional.

Nuestras universidades hacen más énfasis en lo “tecnológico” y soslayan la importancia de los valores históricos que nos condujeron, a lo que hoy se conoce como el Estado Dominicano.

Los Pénsumes académicos están conformados hacia el “empredeurismo arribista” en ves al cuestionamiento y análisis de la problemática nacional. Esto así, para garantizarles un “puesto de trabajo” en esta sociedad mercurial e implacable.

Sin embargo, cuando el egresado sale a “buscársela como un toro”, se enfrenta a realidades muy crueles donde el afán de lucro es doctrina cotidiana y las fuentes de financiamiento son magras y efímeras.

Esta realidad, producto de la desidia de una plutocracia voraz, les da en la frente a estos egresados y optan entonces con conformarse con un “empleo” para seguir vegetando, económicamente, en nuestra sociedad.

Vuestros hijos (incluyendo los míos) luchan cada día como el Salmón, tratando de mantenerse a flote sin que un depredador los destroce con sus garras. Repito, a mi corta edad, he nadado miles de kilómetros, en contra de las corrientes y he evitado todas las garras que han querido engullirme. Durante décadas, he  tratado de transmitirle, a mis hijos y sus congéneres, las’ “herramientas de la dignidad” para despertar en ellos el germen de la pasión por la Identidad Histórica Nacional y el sólido conocimiento de su entorno social y las “reglas del juego”. Sin embargo, a veces me veo como un Lobo Estepario en mis empeños por lograr una simbiosis funcional con todos aquellos que me rodean.