Una quiniela en República Dominicana es ‘un juego de azar que consiste en apostar a las últimas cifras de los números de la lotería’, así consta en el Diccionario del español dominicano (2013), publicado por la Academia Dominicana de la Lengua
QUINIELITA
Una quiniela en República Dominicana es ‘un juego de azar que consiste en apostar a las últimas cifras de los números de la lotería’, así consta en el Diccionario del español dominicano (2013), publicado por la Academia Dominicana de la Lengua.
Esa es la definición que corresponde al juego; ahora bien, se llama quiniela también al impreso que emite la Lotería para hacer acreedor al portador del o los premios.
La historia comenzó por el juego de azar y el impreso que acredita a participar en el juego. No termina todo ahí
En República Dominicana además de la quiniela hay otro juego que se hace por medio de la compra de un billete de lotería.
El premio de una quiniela siempre será más pequeño que el de un “billete de la lotería” porque hay mayores probabilidades de “sacarse” (conseguir algo por suerte o azar) un premio.
La historia comenzó por el juego de azar y el impreso que acredita a participar en el juego. No termina todo ahí porque en República Dominicana el diminutivo de quiniela que figura en el título se ha desplazado con ese significado del campo semántico de su origen para aplicárselo a una mujer también.
Una mujer es una “quinielita” cuando es pequeña de estatura y ligera de carnes. Otro atributo que se toma en consideración para reconocer a una mujer como una “quinielita” es que ella sea activa, de movimientos rápidos y certeros.
Cuando se llama de quinielita a una mujer no se hace por desprecio, ni con la intención de ofender, sino solo para destacar algo físico y, a veces su dinamismo, como se explicó antes.
COLEGIO – ESCUELA
“. . .dependiendo de la cantidad de niños nos preparamos con tiempo para pedir más camiones, transportar las meriendas y distribuirlas a los distintos COLEGIOS”.
La diferencia entre las dos instituciones del título no debe olvidarse porque puede causar gran confusión y gastos en dinero. A pesar de que algunas personas no desean reconocer las diferencias entre los dos, estas existen y no pueden obviarse.
La diferencia se expresa en dinero
El colegio es un ‘establecimiento de enseñanza para niños y jóvenes’; así lo define la RAE. La escuela cubre un campo más amplio que el anterior.
La escuela es un ‘establecimiento público donde se da a los niños la enseñanza primaria’. ‘Es el establecimiento o institución donde se dan o se reciben ciertos tipos de instrucción’. Todo lo que consta entre comillas se extrae del DRAE.
No se va a revisar todo lo concerniente a los dos vocablos, pero ya puede apuntarse en este nivel una diferencia entre los dos establecimientos. La escuela es pública y de enseñanza primaria en su primera acepción. El colegio sirve también a los jóvenes, no solo a los niños.
El uso ha ido destacando la diferencia en cuanto al pago por la enseñanza o la gratuidad de esta. El Diccionario del español actual para colegio escribe: ‘Centro privado para la enseñanza primaria o media’. Ese diccionario para escuela consigna que es ‘establecimiento público de primera enseñanza’.
El Diccionario de uso del español en su primera acepción asienta que una escuela es un establecimiento donde se da a niños o adultos ‘la primera enseñanza’. El Diccionario de uso del español actual de Clave para escuela recoge que es ‘Establecimiento público en el que se imparte enseñanza infantil o primaria’.
En la América Hispana el rasgo que se ha acentuado para discriminar entre un concepto o el otro es lo concerniente al pago o no por la enseñanza. Como consecuencia de ello reservan el nombre de colegio para los establecimientos privados donde es obligatorio pagar. En cambio, llaman escuela a las instituciones públicas de enseñanza gratuita. Es recomendable mantenerse apegado a esta diferencia para no fallar en la denominación de uno de los dos establecimientos.
CUANDO – *QUE
“Fue en ese momento QUE U. M. llamó al general L. y le pidió ayuda”.
Hace largo tiempo ya que algunos periodistas desaprensivos traen de cabeza a los lectores pasándoles malos hábitos de escritura. Esto lo hacen cuando confunden los adverbios relativos que deben escribir, es decir, cuando colocan uno por otro o, cuando como en el caso de la oración copiada, en lugar de “cuando, escriben “que”. Más abajo se verá la clave para saber cuándo hay que escribir “cuando”, o en cuáles casos puede sustituirse por otro relativo que obvia la elección.
Cuando puede usarse que
Lo que no puede olvidarse es que “cuando” en sus funciones de adverbio relativo introduce oraciones adjetivas de significado temporal. En casos como este se relaciona con un antecedente que en la oración del ejemplo es “en ese momento”. En casos como estos no cabe que se use “que”.
La forma de no tropezar es abandonar “que” cada vez que el momento, época, tiempo, tiene que ver con asunto temporal y en su lugar utilizar “en [el] que”. No ha de olvidarse que “cuando” desempeña otras funciones, en tanto que “conjunción causal, valor concesivo, valor condicional, preposición”.
La clave en ejemplos como el reproducido al principio de esta sección es tener siempre pendiente si se está en presencia de un antecedente que signifique tiempo.
TUTOR
“La mandataria lució un TUTOR negro, que le pusieron en un hospital de Roma para inmovilizarle el tobillo”.
La noticia de la que se extrajo esta parte fue servida por una agencia internacional de noticias, vieja y de prestigio.
Durante meses se mantuvo este periódico en espera de poder dar con el sentido de este tutor. Se habían agotado todos los recursos en los diccionarios de consulta frecuente sin obtener resultado alguno.
Hay saltos en algunos dialectos que son de maroma
Recientemente, con la consulta del Diccionario integral del español de Argentina se encontró una definición para la voz tutor que proyectó luz sobre el asunto. En esa obra se lee: ‘Cada uno de los palos o varas que se usan como sostén de una planta o árbol para que el tallo o tronco quede más firme’.
El español común cuenta con un término muy apropiado para este tipo de aparato inmovilizador, se llama “férula” que es ‘una estructura rígida o flexible utilizada para inmovilizar una parte del cuerpo’. Así consta en el Gran diccionario Larousse de la lengua española.
No cabe duda de que el redactor se permitió alguna libertad al llevar al campo de la ortopedia un método que se utiliza en jardinería. No se conocen los detalles, pero es posible que en el país del diccionario ese salto sea aceptado; aunque a quien escribe estas notas le parezca un salto acrobático.