Si señores, así como lo leen, quiero cambiar mi profesión de publicista por la de corrupto profesional, infinitamente mas lucrativa y de mayor trascendencia ciudadana. Pero no un corrupto cualquiera que se roba una chilata de cuartos que apenas dan para  una mansión y un yate en la Romana. Sino uno de los que siempre se recuerdan y llegan a ser paradigmáticos en la historia delincuencial del país , como un sabio referente del desfalco, del robo fino, ÿ digan “Ese Señor sí sabía hacerlo¨¨Nadie ha podido superarlo¨ ¨Que tipo tan listo¨.

No se imaginan las ganas que tengo de ver mi nombre y apellido en grandes letras y en primera plana de los diarios con titulares que digan algo asi como ¨SERGIO FORCADELL ACUSADO DE HABER RECIBIDO COMISIONES ILEGALES POR VALOR DE 500 MILLONES DE DOLARES¨ Si eso llegara a suceder, si tuviera esa gran suerte, seria grandioso, maravilloso, sensacional, porque con una cantidad semejante cambiaría mi vida en un solo segundo.

Pasaría de manera automática de ser un pelagatos económico, a un Don importante, muy importante, con el poder del oro reluciente, del efectivo contante y sonante, que es el mejor poder del mundo, y si alguien lo duda, pregúntele al trumptumpote de Trump, que hace un par de años ni soñaba con el carguito que ha conseguido en la Casa Blanca  en base a ser un Rey Midas apabullante, atrevido y descarado.

Además de convertirme ya en un personaje relumbrante, tendría un paquete de relaciones de la llamada alta sociedad y de los altos negocios, donde se entra con el visado y salvoconducto de un gran capital. Recordemos que el dinero purifica, santifica y hace olvidar cualquier ¨ïndelicadeza¨ o tropelía cometida para conseguirlo.

En nuestro querido país está lleno de estos casos, pues la gente ambiciosa y sin escrúpulos se mueve alrededor de los que tienen posibles, por aquello de que Dios los cría y los chanchullos los juntan ¿O acaso han visto alguna vez a un multimillonario rodearse de manera permanente con pobres y desvalidos? Y si se juntan es de manera ocasional para decirles que deben trabajar y cobrar menos, y brindar con una copita de sidra por esas metas.

También seria catalogado de inteligente, o por lo menos de gran astucia, porque para embolsarse esas cantidades, no serian las únicas desde luego, hay que saber mover hilos, lograr influencias, partir brazos, y sobre todo repartir buenas boronas para llegar a los puestos claves que permiten el desvío de caudales de tantos ceros.

De la justicia no tendrá nada que temer, se sabe muy bien que en nuestro sistema por robar un par de salamis y tres o cuatro gallinas, le cantan a un paria hambriento cuatro años en chirona. Y también sabemos muy bien que ser muy rico blinda contra cualquier delito, sobre todo si es monetario. Como por arte magia, aparecen en los tribunales los fallos de  ¨No ha lugar¨, ¨No hay pruebas suficientes¨ o ¨Este señor es un santo que debe ser llevado de inmediato a los altares¨.

Así que, si algún venturosos día leen en los periódicos el titular ya señalado anteriormente, felicítenme con toda sinceridad. Ah, y si no tienen una gruesa cuenta en un banco nacional o mejor en uno de los llamados paraísos fiscales, no se molesten en ser mis amigos. Ser rico y tener amigos desbaratados no es rentable.