El atentado terrorista en Manchester da cuenta de la violencia extremista imperante en la era actual.
De igual forma, constituye una muestra de extremismo el asesinato de Richard W. Collins III, estudiante negro de Bowie State University, por Sean C. Urbanski, estudiante blanco de la Universidad de Maryland y perteneciente al grupo racista "Alt-Reich Nation".
En Nueva York, el joven de origen dominicano Richard Rojas, veterano de la Marina de Guerra norteamericana (US Navy) y oriundo del pobre condado del Bronx, sufrió un episodio psicótico y se abalanzó con su automóvil contra una multitud de peatones en la concurrida calle Times Square, matando una persona e hiriendo a varias. En sus declaraciones en el tribunal Rojas expresó que días antes del hecho buscó ayuda psiquiátrica en un centro local de veteranos, pero no recibió respuesta. Constituye una expresión de extremismo la falta de seguimiento y apoyo psiquiátrico que detonó el ataque psíquico y pérdida de control que llevó a Rojas a cometer el horrible atropello en Times Square, quien desarrolló la enfermedad psiquiátrica en el US Navy y dijo que fue instigado por voces que escuchó en su cerebro.
En Chechenia, la purga anti-gay da cuenta de las atrocidades y los efectos perversos de la postguerra.
Estos hechos violentos son el resultado directo del extremismo más grave: las ocupaciones e invasiones militares de las grandes potencias y su apoyo a los bandos divididos tras las grandes guerras, que generan un manto de odio expresado en la xenofobia, el racismo y el sexismo, y un gran saldo de milicianos psíquicamente enfermos tras las atrocidades de que fueron partícipes.
De esta cruda realidad no dan cuenta los medios occidentales tradicionales que son propiedad de las grandes multinacionales que invierten en las invasiones militares y en las guerras, de donde surgen los llamados grupos extremistas cuya formación es detonada por dichas invasiones y por el patrocinio de las grandes potencias a los bandos divididos.
Cuántas personas mueren a diario en Libia, Afganistán, Iraq, Siria, Paquistán, Irán, Palestina, el Líbano, Chechenia, África, producto de las invasiones occidentales y el estado de guerra permanente heredado de las mismas? La vida de las niñas, los niños, jóvenes, adultos y envejecientes de esas comunidades son tan valiosas como la de las víctimas de Manchester, París, Londres, New York, pero de ello nada informan los poderosos medios occidentales con el claro objetivo de hacernos creer que las acciones de las grandes potencias son justas y pertinentes, pues, son hechas bajo la falsa retórica de exportar la democracia.