Cuando nadamos en las aguas de la separación, tenemos que enfrentar un proceso difícil de  reorganización de la vida cotidiana, el cambio de vivir  en pareja a una diferente donde estaremos sin la persona que planeamos convivir genera una serie de retos que hay que afrontar.

En el proceso de divorcio o de separación en caso de unión libre, hay que establecer cómo serán repartidos los bienes que han sido generados de forma común  y las responsabilidades sobre las deudas o cumplimiento de pensión en los casos en que se hayan procreado hijos, al igual que la distribución equitativa del tiempo con los hijos por medio del proceso de regulación de guarda y visita.

Para todos esas situaciones existe un proceso establecido en la ley, tanto para la distribución de los bienes como para la relación con los hijos. Lo que no tenemos legalmente indicado es qué hacer para mantener la relación con las mascotas a pesar de que ellas representan un aspecto emocional muy importante para los seres humanos.

El vinculo tanto físico como emocional entre las mascotas y su amo es realmente importante y puede a llegar a producir cambios en el estado de ánimo ante la ausencia tanto en uno como en otro. Ese apago puede generar un conflicto de intereses al momento de una separación, ya que ambos convivientes pudieran mostrar real interés en no desprenderse de su mascota y más cuando se atraviesa un proceso emocional difícil como es la separación.

No hay una formula especifica o una norma legal que tomando en cuenta el vinculo o el apego que pueda generarse con la mascota haga una justa distribución, lo más recomendable es que las  partes lleguen  a un acuerdo para mantener el contacto con sus mascotas, por el bienestar de todos. En caso de no ser posible un acuerdo, conforme al código civil dominicano los animales son considerados como una “cosa” y en tal sentido la propiedad corresponde a quien  haya pagado el precio por ella y pueda demostrar su propiedad, pero siempre deberá considerarse que el dueño o dueña ofrezca los cuidados y protección indicados en la ley 248-12 sobre protección animal.

Es muy importante que se creen las condiciones de una buena negociación para que todos salgan beneficiados en el manejo de la situación y puedan ambos compartir con su apreciada mascota de forma equitativa.