Lo que es costumbre se hace parte de nuestra zona de confort, no necesariamente porque sea bueno, sino porque es a lo que estamos acostumbrados y nos da “cierta seguridad”. Ese mangú al que estamos acostumbrados y que hoy se lo están llevando frente a nuestras narices es el intercambio de tiempo por dinero a través de un empleo, el cual va desapareciendo como una forma digna de vivir.

El desempleo crece de manera vertiginosa, en la misma medida que se reducen los beneficios de los pensionados. A mediados del mes de octubre, tanto el empresario mexicano Carlos Slim como el empresario Pepín Corripio, manifestaron en diferentes escenarios su preocupación en torno al problema del desempleo.

Durante la conferencia de apertura de la XXI sesión plenaria del Círculo de Montevideo celebrada en la Universidad de Alicante, el empresario mexicano Carlos Slim abogaba por la reducción de cinco a tres días de trabajo por semana, aumentar de 8 a 11 horas diarias de trabajo, al mismo tiempo que motivaba a aumentar la edad de retiro o jubilación a los 75 años de edad para los mexicanos. En su propuesta argumentaba que de esta manera se reduce el desempleo y la pobreza.

Por su parte, Pepín Corripio animaba a los empresarios dominicanos a crear mayores puestos de trabajo para la población joven que sale de las universidades y pasan largo tiempo sin poder trabajar en su área, encontrándose desempleados o trabajando en otras áreas ajenas a su profesión.

El desempleo en República Dominicana es el más alto de la región, rondando el 15% y creciendo. Carlos Slim y Pepín Corripio tienen razón en cuanto que es un problema que hay que solucionar, ya que el estudiar durante años una profesión no te garantiza un empleo. Y yo añado que este empleo –si lo consigues- no te garantiza calidad de vida.

Vale preguntarnos ¿Son estas propuestas una respuesta válida a la situación de desempleo? Posiblemente.  ¿Son estas propuestas una respuesta para mejorar la calidad de vida de las personas? No creo. Si lo pensamos bien, el empresario tradicional quiere reducir costos (que incluye el pago de salarios y contratación de nuevos empleados) y aumentar ganancias. Por otro lado, en los países industrializados crece la industria robótica que va sustituyendo la mano de obra humana.

El empleado común, que vive honestamente de su salario, trabaja de 8 a 12 horas diarias –y algunas veces hasta 16 horas diarias para generar mayor ingreso- en detrimento de la vida familiar, de su salud y de su futuro. Por lo general la mayoría de las personas vive ese estilo de vida por 30 ó 40 años para terminar sus días jubilados con una pensión que ni siquiera le da para cubrir sus gastos médicos de las enfermedades que adquirió tratando de sobrevivir. Una jubilación cuyo poder adquisitivo es devorado paulatinamente por la inflación. ¿Es eso calidad de vida? ¿Para eso queremos generar más empleos? ¿Para eso vamos a duplicar las horas de trabajo? ¿Cuál es la meta? ¿A qué aspiramos?

El otro día veía una caricatura que decía: ¿es que los precios están muy caros o es que yo soy pobre? Para el caso es lo mismo, en la medida que se reduce tu poder adquisitivo te empobreces, económicamente hablando.

¿Será que la economía está cambiando y nos empeñamos en vivir este siglo XXI con herramientas del siglo XX?¿Será posible generar un buen ingreso honestamente , compartir más con  nuestras familias y cuidar nuestra salud? ¿Podrán el tiempo y el dinero dejar de ser obstáculos para que las personas puedan vivir con calidad de vida, realizando sus sueños engavetados por los ¨no hay¨ y los ¨no tengo¨?¿Será posible que podamos tener vida y vida en abundancia (Juan 10,10) como nos prometió Jesús de Nazaret?

Aunque algunas personas hicieron riqueza a través del empleo, las estadísticas nos dicen que el 95% queda por debajo de la línea de pobreza. Hoy ya existen nuevas profesiones que se focalizan en alcanzar la libertad financiera con calidad de vida (Community Manager, Network Marketing, Personal Brand Manager, e-commerce, entre otras). Te invito a visitar la página https://www.facebook.com/kattiamiltonedificandovidas para que conozcas de estas opciones y más, así como sobre liderazgo y emprendurismo.

Definitivamente algo tenemos que cambiar en nuestro estilo de vida estresante, excluyente, marcado por la contaminación y la comida rápida, los empleos y salarios deprimentes, el alto costo de la vida, la violencia y la criminalidad, la corrupción y la impunidad.  Algo no está bien en este esquema de vida y nos estamos autodestruyendo como sociedad. Pensemos, reflexionemos y actuemos en consecuencia.

¿Y tú qué opinas?