Donald Trump y Enrique Pena Nieto, flamantes presidentes de Estados Unidos de América y de Estados Unidos Mexicanos, han anunciado con bombos platillos el arribar sobre el límite de tiempo de 90 días otorgádoles por el Congreso estadounidense para renegociar un tratado todavía sin nombre que sucederá al “anciano” NAFTA.

Fiel a mi costumbre de ir a la prensa local para ver la reacción en el país directamente afectado, facilitado  por la tecnología de la  información, entré a los medios de Ciudad de México y encontré el artículo de Mauricio Meschoulam donde analiza la precariedad de México frente al condicionamiento trumpiano al que fue mediáticamente sometido. Se puede acceder en el enlace del periódico El Universal:

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/mauricio-meschoulam/nacion/negociaciones-y-tlcan-art-deal

Meschoulalm hace un ejercicio comparando las negociaciones ente los Estados Unidos de América y  los Estados Unidos Mexicanos en sus negociaciones y las llevadas a cabo por Trump en su guerra comercial con China y las negociaciones antinucleares con Corea del Norte.  Llega a la conclusión que Trump amenaza a estos últimos para conminar a México, que cedió parcialmente a las pretensiones trumpianas, pero que ha dejado a Canadá todavía reclamando un Acuerdo justo.

Pero ¿qué dice el Acuerdo preliminar entre las dos naciones que comparten la denominación de Estados Unidos? Para saberlo transcribimos del enlace del periódico “Ciudad de México” una reseña del mismo, disponible en el siguiente enlace: http://www.capitalmexico.com.mx/nacional/estos-son-los-detalles-del-acuerdo-comercial-entre-mexico-y-eu/ 

“Al alcanzarse acuerdos en cláusula Sunset, reglas de origen del sector automotriz, solución de controversias y estacionalidad, México y Estados Unidos, alcanzan un arreglo en principio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) 2.0, al haberse dirimido los temas más álgidos.

“La cláusula Sunset se fijó en un plazo de 16 años, con revisión a los seis, para ratificar otros 16 o sólo respetar lo establecido en principio.

“La estacionalidad para productos agrícolas queda eliminado, con lo que México no está a expensas de solo exportar cuando Estados Unidos lo requiera.

“En cuanto a las reglas del sector automotriz, se cumplió el planteamiento del mandatario norteamericano Donald Trump, de pasar del 62% al 75% de los autos hechos en la región con contenido de México y Estados Unidos.

“Del total del porcentaje anterior, entre el 40% y 45 % deben tener autopartes o componentes que se hagan en zonas donde los trabajadores ganen hasta 16 o más dólares por hora, esto es que se acepta la zona de altos salarios y se da un periodo de 4 a 5 años para que se adapten.

“Quedó pendiente el capítulo 19 que permite que los países soliciten el establecimiento de paneles binacionales independientes cuando sus exportadores o productores sientan que son víctimas de decisiones comerciales desleales por algún otro miembro del acuerdo, (establecido inicialmente para los tres países del TLCAN).”

Una evaluación rápida, al ceder a las exigencias norteamericanas en el sector automotriz, estos tendrán  costos más altos para los consumidores estadounidenses. Se firma un Acuerdo cerrado con un mecanismo de revisión y una posibilidad de reestructuración en seis años. En consecuencia, los cambios no son tantos ni tan significativos.

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¿Qué lecciones sacamos para República Dominicana para poner las barbas en remojo? El DR-CAFTA se va a revisar en un plazo indeterminado, por  lo que hay que  prepararse, porque las tácticas y condicionamientos trumpianos se han reconocidos en esta negociación con México, ya finiquitado, y Canadá, todavía en curso.

Si esta renegociación se hace antes de las elecciones del 2020, estaremos entrampado como Peña Nieto. Si es posterior, les tocará a las nuevas autoridades. De todas maneras, vayamos preparándonos para que no nos agarren asando batatas… pero, por favor, no traten de exagerar produciendo “engaños mediáticos” como lo han hecho los dos presidentes norteamericanos.