Puede que esté pecando de 'rebucero', o más bien convirtiendo la discusión en un perfecto arroz con mango. Pero si bien es cierto que el título no me ayuda, tampoco es menos cierto que la situación en que vivimos ante el paquetazo fiscal, me asista en recobrar cierto raciocinio. Entre Danilo, “Temo” y “Rafael Leónidas”: Pared Pérez (perdón, Reinaldo), el gobierno se ha encargado de llevar lo del paquetazo fiscal como caña pa' el ingenio, evidenciando la dantesca necesidad de introducirnos un enema por donde mejor nos quepa; mejor dicho, aunque no nos quepa. Y perdón si soy un tanto brusco, pero la realidad es que no me han dejado otra alternativa. Y mientras que mi gobierno – con todo y sus secuaces – me viene con el “cuentazo” de que la clase media no será afectada por la reforma fiscal, veo como los candidatos presidenciales en Estados Unidos centran su debate en sustentar y desarrollar la clase media en su nación. Como si estuviéramos para ironías…

Tanto Obama como Romney se han lanzado acusaciones y contra-acusaciones, estableciendo que el plan económico de uno y otro traería más cargos impositivos a la clase media. Empero, en algo sí han estado de acuerdo: más impuestos a la clase media desacelerará la economía, ya que la clase media está compuesta por el grueso de la población, quien, al final, consume la producción local de manera masiva. Tomando este ejemplo – y no es que los norteamericanos sean perfectos – aún no logro entender como el gobierno le va a adobar la píldora a la clase media dominicana con el paquetazo fiscal. Y no me vengan con las estupideces de que no afectará esto o aquello cuando, el simple recargo de un 16% a los combustibles, inmediatamente encarecerá de manera indirecta todo tipo de producto o servicio que depende del mismo, incluyendo artículos de la canasta familiar.

Pero no olvidemos el show con las Zonas Francas (sigo hablando del paquetazo), lo del impuesto al ahorro (¡esto se jodió!) y las demás áreas que han sido bastante cacareadas. Ante todo esto, lo que más me enfurece -"si, toy' encojonao” como un toro cebú – es que Danilo viajó a Brasil en dos ocasiones buscando asesoría. La primera con el ex-presidente Lula Da Silva; la segunda, con la actual presidenta Dilma Rousseff. Ambas gestiones de gobierno en ese país suramericano se han caracterizado por lo siguiente: el ensanchamiento de la clase media y la persecución de la corrupción administrativa. La proliferación de la clase media les ha permitido ser una de las economías emergentes a nivel mundial – miembros del famoso BRIC – mientras que el combate a la corrupción le ha dado credibilidad al gobierno. Ante estas realidades, y sin la intención de ser necio:¿Para qué CARAJO fue Danilo Medina a Brasil?

Desde mi escritorio, creo ser una persona sensata. Puede que medio 'revolucionario y rosca izquierda', pero sensato. La realidad es que vamos a necesitar una reforma fiscal para pagar por la “tronera” que Leonel, junto a sus filibusteros y bucaneros, dejaron en pleno centro de la isla. Estoy de acuerdo en que la crisis económica mundial, el subsidio al sector eléctrico y a los combustibles, han ocasionado parte del problema. Pero, a su vez el dispendio, la malversación, y la corrupción han sido responsables por la otra parte. Así que no me vengan con merengues baratos ni cuentos chinos, necesitamos reforma, pero que sea de una manera equitativa. Que los que más 'cuartos' tienen paguen más, que políticos y funcionarios dejen de devengar salarios que rayan en lo repugnante y/o disfrutar de beneficios arbitrarios (alguien dijo barrilito, por ejemplo), que se investigue a fondo el origen de este cráter y, al final, que se someta a la justicia a todo aquel que tenga una responsabilidad penal.

Puede que esté pecando de ingenuo con mi petición, o que parezca que fui yo quien hace par de días se lanzó desde un globo aerostático desde la estratósfera para batir la velocidad del sonido en caída libre (¿estará mi cerebro necesitando oxígeno?). Aún así, debo recurrir a lo único que este gobierno y una oposición dividida me permiten acceder: a la crítica, utilizando mi voz, esto hasta que no la incluyan en el paquetazo fiscal.