Elija cuáles de estas dos situaciones es más cercana a su realidad:

Una hija le dice a su madre: -Ma' la mamá de Susan me invitó esta noche al concierto del grupo que más me gusta en… ¿Me puedes dejar ir y darme dinero?

Caso#1.-Responde la madre: -¿Y e’que tú te volvite loca eh!? Tú sabe bien que hasta que tu padre llegue y yo hable con él, y él autorice, na´ puedo yo hacé. No lo llamo porque, como siempre, anda de mal humor y hoy no toy pa´ boche. Y fíjate que si dice que sí, hay que e´perá que me dé lo cualto, pue´ tú bien sabe que él e´ quien maneja el dinero en e´ta casa. Así que ni te embulle ¡Pá´ que lo sepas!

Caso #2.-Responde la madre: -Sí mi amor. Yo llamo a la madre de Susan para saber quiénes van y si cuando termine el concierto ellos te van a traer, o si tu papá y yo te buscamos. Espérate, voy al cajero para darte dinero. Yo se lo digo a tu padre que te di permiso. Que te diviertas mi amor. Cuídate mucho. Un beso.

En las situaciones anteriores hay dos tipos de padres y familias representados:

La respuesta Caso#1 que lamentablemente es muy frecuente en nuestra sociedad, revela a un padre muy autoritario, machista, inflexible, intolerante, y que ha creado una supeditación a sus designios. No solo ejerce la violencia psicológica sino, además, la financiera. Estamos frente a un caso de  disfuncionalidad intrafamiliar. El machismo y autoritarismo impuestos por el padre, verticalizan la convivencia a una hegemonía de la figura paterna en la toma de decisiones, asumiendo este una actitud manipuladora  que elimina la libertad de autodeterminación de los miembros de la familia y reduce el rol de la mujer-madre a objeto e instrumento, la invisibiliza. El padre, deja claro a los hijos que nada se mueve sin su autorización e impone sus palabra/órdenes como padre-jefe,  imposibles de cuestionar. El padre deviene Jefe de familia, dueño y señor de todas las decisiones. Él es lo más parecido a Dios en la casa, desde una dimensión religiosa o Jefe Superior, desde una dimensión militar. Esta tipología de padre es el todo lo puede, todo lo decide. Establece una incomunicación padre-hijo y viceversa; conlleva a una relación aplastante de la realización plena de los hijos emocional y socialmente. Ellos, los hijos, suelen ser jóvenes tímidos, inseguros, de bajo rendimiento académico, poco sociables, y muchas veces, reproducen por mimetismo, actitudes violentas. Este tipo de padre fomenta la desconfianza, la frustración y un ambiente familiar tenso y nocivo; engendra la mentira, la doble moral y actitudes negativas en sus hijos. Entonces, los equipos de comunicación interpersonal (BB, Iphone, Ipad) y los videojuegos, le hacen el juego a este tipo de familia disfuncional y se adueñan del universo de los hijos, quienes encuentran en estos, una vía de escape. El padre lejos de ser amoroso, abierto al diálogo, comprensivo, un ejemplo, educador en valores, impone la cultura del miedo, el terror y no el respeto ganado ni el compromiso consciente, y menos, la autorresponsabilidad y la autodeterminación de los hijos.

Detrás de la respuesta de la madre del Caso #2 sabemos que hay un padre que ha estimulado una relación intrafamiliar participativa, basada en la equidad de género, en el respeto a la individualidad, sin imposiciones de su figura de hombre por el solo hecho de “ser hombre”,  al contrario, se ve una madre que es capaz de tomar una decisión sin consultarla con el padre, ni mucho menos esperar su autorización. En este caso prevalece una relación dialogada y horizontal, sin prejuicios limitativos de la autodeterminación, donde la comunicación de pareja y con los hijos es positiva y activa y esto condiciona la toma de consciencia y la autorresponsabilidad de los hijos. La confianza genera de confianza. Claro,  sin descuidar las precauciones necesarias, por la agresiva sociedad en que vivimos. Sin embargo, es una familia sustentada en el amor, comunicativa y de respeto a las decisiones del otro; lo que facilita una convivencia intrafamiliar armónica, la que estoy segura, todos desearíamos. ¡Pues hay que construirla día a día, quitándonos el ropaje de falsos y muy dañinos prejuicios!

Padres, hoy es un maravilloso día para reflexionar y cambiar, en aras de una convivencia intrafamiliar basada en la equidad de género, la comunicación, el respeto al otro y, sobre todo, en el amor.

¡Feliz día a todos los padres dominicanos!