En estos días en que tanto Duarte y Escogido o Vakero y Martha que para el público termina siendo lo mismo, me encontré con un amigo poeta que hacia tiempo que no veía. Me comentó que su papá tuvo un accidente cardiovascular y que por eso estaba tan alejado del medio pseudo-intelectual y de sus actividades. La noticia fue muy dolorosa por razones de mera empatía.

Después de un rato repitiendo frases hechas concluimos que en cualquier otra circunstancia consideraríamos esas mismas frases como cursis. Así ya repuestos de ese breve momento de humanidad nos dedicamos a sentimientos más aceptados en el medio (porque la lastima no es bien vista en los ambientes donde la norma es decir que todo es una basura y mantener un estado de asco posmoderno) pasamos a la indignación social. Obviamente hablamos de la plaza de la salud, aunque los que les voy a contar no es una práctica exclusiva de este centro.

La excusa del médico en jefe, que debe ser cómico, es que eso (desconectarlo) está en contra de las leyes de Dios

No pretenda nadie que hable nuestro querido sistema de salud ni del sistema de seguros, eso sería puro relleno y desde que google y wikipedia existen no hay necesidad de eso. Lo que sí les contaré es que el papá de mi amigo tiene un 85% del cerebro comprometido y eso implica que las funciones vitales dependen, en este momento, de las máquinas diseñadas para ese fin. No hay porque entristecerse por él porque a todas luces tuvo una vida plena.

Lo que de verdad molesta es la forma en que lo mantienen dizque con vida y lo costoso que se ha vuelto eso. Pero los familiares no deciden sí esa agonía continúa o no. Lo que sí decide es sí pueden pagarlo o no, o peor sí el seguro puede pagarlo o no. Si el paciente no tiene seguro y es pobre (combinación común) y está en esa situación difícilmente pasa la noche.

La excusa del médico en jefe, que debe ser cómico, es que eso (desconectarlo) está en contra de las leyes de Dios. Hay que averiguar si sostener al cuerpo mecánicamente y sin posibilidad de cambios de su estado es parte de las leyes de Dios. Aquí nadie está hablando de eutanasia, aquí se está hablando de negocios.

He de suponer que la caridad es una costumbre muy asociada con las religiones. De ser eso así sería un acto pío no hacer sufrir así a una familia o (si es que no es legalmente posible ayudar a una familia) dejar que la gracia divina pague las cuentas millonarias de casos como ese y muchos otros que tal vez tengan un poco más de esperanzas y un poco menos de dinero.