Cada persona se ha preguntado alguna vez ¿qué quiero ser y hacer en la vida? Los demás en casa, en la escuela y en muchos otros lugares también cuestionan ¿qué quieres ser cuándo seas grande? La ciudadanía merece poder elegir oficio o profesión y tener las oportunidades para realizar sus sueños, su estilo de vida. Todos merecen trabajar en lo que aman y sentirse orgulloso de ello.

Cuando se distraen y se corrompen los recursos del pueblo te roban esos sueños y la oportunidad de medrar, pues el Estado y sus autoridades públicas no proporcionan las más mínimas herramientas y medios; mucho menos garantizan los derechos y libertades que le permiten acceder y conquistar los éxitos de la gente con calidad de vida, armonía y felicidad.

Si cada trabajador recibiera servicios básicos de calidad y con eficiencia como salud con medicina, seguridad, educación, agua, energía limpia, combustible barato, transporte, justicia, canasta familiar barata, empleo, vivienda, recreación o esparcimiento, medioambiente, etcétera; se ahorrarían más del 50% de los gastos y mejoría la calidad de vida de la población en general.

Culturalmente los dominicanos se enfocan en solventar cada servicio público de manera individual renunciando a sus derechos que debe recibir y al hacerlo están exonerando al gobierno y demás funcionarios de sus responsabilidades para las que se les paga, muy caro por cierto, y se les asigna un presupuesto cada año fiscal proveniente de los impuestos.

Nuestra Constitución define claramente cual es la finalidad principal del Estado: “Artículo 7.- Estado Social y Democrático de Derecho. La República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, organizado en forma de República unitaria, fundado en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos.

Artículo 8.- Función esencial del Estado. Es función esencial del Estado, la  protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el orden  público, el bienestar general y los derechos de todos y todas.”

Tal como lo define Wenceslao Vega en su libro Historia del Derecho Dominicano: “El derecho, como superestructura impuesta por la clase que detenta el poder, sirve solo a los intereses de esa clase, por más democrática y humanitaria que parezca la legislación. Cuando la Ley claramente tiende asegurar esos intereses, su letra es obedecida por los encargados de aplicarla, pero cuando ella perjudica el dominio de esa clase, sus jueces y gobernantes se encargan de tergiversarla o tomarla en letra muerta”.

En los resultados de las encuestas realizadas en los últimos años la corrupción y la impunidad están entre los principales impedimentos al desarrollo y la tranquilidad social de nuestro país. Debemos convertir en una exigencia popular la búsqueda de fortalecer el Estado, la democracia y la constitucionalidad.

Es fundamental el respetar la Constitución en el sentido de que se materialicen sus contenidos y que éstos sean mantenidos como principios y quien violare un principio constitucional la ley y la doctrina lo marginen a cero categorías ciudadana. Además, se deben establecer mecanismos que faciliten las garantías que hacen prevalecer los derechos y libertades ciudadanos.

Es tiempo de tomar acción y cambiar el rumbo de la política dominicana comenzando con elegir candidatos diferentes y con perfiles de honestidad. Urge establecer la soberanía popular. Al momento de participar en política recuerda cual es la responsabilidad de cada funcionario y hazte la siguiente pregunta: ¿han cumplido los políticos tradicionales con sus responsabilidades y respetan la Constitución?

Dios bendiga siempre al pueblo dominicano. Todo por la Patria.
*El autor es aspirante presidencial independiente, mayor general retirado PN, periodista, activista social, miembro fundador y vocero de la Asociación de Policías y Militares Activos y Jubilados Dominicanos, APODOM, Pro Dignidad y Derechos. Incluye a todos los veteranos.–