Es una pena muy grande lo que está y por lo que está pasando el Partido Revolucionario Dominicano, PRD. Partido que nació en el exilio hace ochenta años, producto de la dictadura que vivía el país. Se creó para luchar por la democracia del pueblo dominicano. Partido que enfrentó en la década del 70 a un régimen autoritario.

Hoy el PRD no puede ver el Sol que en oriente se asoma, por la niebla que lo rodea y ensombrece su dicha. Todo por un cobarde, miedoso y opresor, que hurtó al pueblo su partido y lo privó de libertad. PRD, oprobio del país.

Ingeniero, deje el PRD. No se lleve de lo que le dicen los que le rodean, porque lo están utilizando. Ninguno de esos que dicen seguirle lo hacen por usted o por creer en usted, están por sus intereses y sus puestos que usted le consiguió -ya uno de ellos lo llamó ingrato a finales del año pasado-. Vea quiénes están con usted y quiénes son sus consejeros, quítele sus puestos a ver si son tan leales. La gran mayoría de éstos, no tienen méritos por sí solos, para ocupar los cargos que se desempeñan en el gobierno, por el contrario.

Piense en su descendencia familiar, sobre todo en sus nietos y bisnietos, cuando estudien la Historia Dominicana Contemporánea, leerán lo que usted ha cosechado, lo tildarán de traidor a la patria y que no pudo ni supo discernir entre  la adulación de sus “adeptos” y la realidad.

Don Miguel, devuelva al pueblo lo que es del pueblo, así se irá la angustia y amargura que refleja su rostro y posiblemente le vuelva la paz con una sonrisa en su rostro, si es que alguna vez la hubo.