La presencia de las reformas fiscales vinculadas al Fondo Monetario Internacional en nuestro país ha generado procesos de movilización social que con el tiempo han ido disminuyendo o casi desapareciendo.
En Abril de 1984 se puede recordar el movimiento social que se generó como reacción a la firma con el Fondo Monetario Internacional en el gobierno de Salvador Jorge Blanco en el que se produjo una gran represión policial y militar en la que murieron muchas personas y otras quedaron heridas. La población de los barrios de la zona Norte de Santo Domingo se "tiró a la calle" y se produjeron movilizaciones que en sus inicios habían sido convocadas por las organizaciones populares de la zona pero que trascendieron a sus convocantes y organizadores.
En 1996-1997 al iniciar la gestión el Presidente Leonel Fernández se anunciaron una serie de reformas llamadas "el paquetazo" que también generaron un proceso de movilización social en barrios y comunidades del país. Las huelgas y protestas en las distintas provincias y comunidades fueron creciendo en forma efervescente, a un año de la gestión se produjo una huelga general en 1997 generada por los conflictos sociales que se desencadenaron a raíz del paquetazo y un total de 250 manifestaciones de protestas en todo el país.
En los últimos 4 años se han producido distintos aumentos en los precios de los combustibles, en la tarifa eléctrica, en el ITBIS, todos ellos han aumentado considerablemente los precios de los artículos de primera necesidad que junto al deterioro de los servicios se convierten en factores de conflictividad social.
Esa conflictividad social no ha generado movimientos huelgarios en el ámbito nacional en los últimos 8 años, sin embargo las comunidades rurales, urbanas y urbano-marginales de todas las provincias se han movilizado continuamente en un proceso creciente y con la integración de nuevos actores sociales y nuevas formas de protestas. Así tenemos que en el año 2010 se produjo un total de 285 protestas en las localidades con un promedio de 24 protestas por mes.
En la actualidad se están registrando un promedio de 33 protestas por mes, con un total de 140 protestas en estos seis meses del año. En protestas realizadas esta semana en comunidades de Hato del Yaque en Santiago se intentó quemar afiches de los diputados y senador de la provincia así como del presidente Leonel Fernández. La presencia de esta acción demuestra el sentimiento de rechazo de la población de esta comunidad frente a sus representantes y la desesperación generada por el abandono en que se encuentran.
¿Por qué el anuncio de un paquetazo fiscal como el que recientemente se ha sometido al congreso no genera una reacción social en términos de movilización social como ha ocurrido en otros momentos?
Si bien hemos visto como la población se está movilizando en muchos lugares del país este proceso de movilización no se ha articulado en un movimiento de protesta de alcance nacional que confronte las precariedades socio-económicas que vive la población.
En los estratos medios ha circulado a través de las redes sociales y de Internet las reacciones de inconformidad de una población que está cansada de la ineficacia gubernamental y de que sea la población que pague el malgasto de un gobierno colmado de corrupción administrativa y de derroche de los fondos del estado. Hoy necesita aumentar sus ingresos y no se le ocurre al Poder Ejecutivo recortar los gastos corrientes, los gastos en combustible, botellas, nominillas, sueldos lujosos y viajes injustificados.
Este malestar de los estratos medios acompaña el malestar de las comunidades urbanas y rurales que sienten los apagones, la escasez de agua, la ausencia de servicio sanitario, colmados de aguas negras, cólera, extrema pobreza, contaminación y con viviendas y escuelas precarias.
La ausencia de movilizaciones sociales de alcance nacional tiene como posible explicación el hecho de que el anuncio del paquetazo como otras medidas impositivas anteriores se produzca en un período de campaña y pre-campaña electoral tanto de los grandes partidos como de los grupos de izquierda.
Junto a esta situación hay que destacar que el movimiento social está muy fragmentado en las distintas localidades con poca o casi nula articulación a nivel nacional. A lo que se le agrega la ausencia de oposición política de candidatos y grupos políticos mayoritarios que pretenden ir a elecciones así como de las opciones políticas minoritarias.
Hoy más que nunca se visibiliza la ausencia de opciones políticas y sociales que recojan el sentimiento de la población con movilizaciones sociales que generen respuestas del estado y cambio en su estilo de gestión.