Hace ya un año que hablé del horóscopo chino, por la celebración del año del dragón, y este corresponde al año del caballo. Hay una aureola de leyenda en el horóscopo chino como en el occidental: creemos poder pontificar sobre el carácter de las personas por las características determinadas por el signo zodiacal.
Entonces mostré cómo los antiguos vieron en el firmamento y creyeron ver figuras prefiguradas en los contornos de los conjuntos de estrellas. En el caso de la designación de los años proviene de una leyenda, que cuenta que el Buda, antes de morir, llama a doce animales a su presencia, y éstos llegan ante él, y en su memoria va denominado en sucesión cada año con el nombre de cada uno.
El primero, fue el ratón, seguido por el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el último, el cerdo, que varían según los cinco elementos que conforman la naturaleza (agua, madera, fuego, metal y tierra). La complicación de la generalización hasta tratar de particularizar la personalidad y el carácter de los humanos, se produce por la introducción de que la misma distribución de las horas del día se reproduce con la secuencia de animales: doce por las horas matutinas y doce por las horas vespertinas. Además de un animal interno y secreto, lo que produciría una combinatoria de 13,824 posibilidades analíticas.
Según esta aproximación a la psicología, la “verdadera personalidad” es determinada por el animal que reina a la hora de su nacimiento. Importante, la hora no es la determinada por la hora oficial, sino por la astronómica, basada por la posición del sol, como para complicarnos la vida. También existe un animal que determina cada mes lunar, que afecta al animal interno de cada persona.
El año del caballo de madera (que inicia el 31 de enero y que terminará el 18 de febrero de próximo año) también se conoce como caballo de las nubes, por la fama de ser fantasioso, por poseer una imaginación desbordante que de vez en cuando le juega malas pasadas, como señala Nacho, en su página, “Las cartas de la vida”.
Según este “fortune teller”, el 2014 será un año donde el mundo se inundará de ilusiones e imaginación (¿podemos soñar con la paz en Medio Oriente?). Recordemos que será una preparación para el próximo año, el Cabra de Madera. Sólo me resta desearles feliz año nuevo del Caballo de Madera…