La actual clase dirigente de la Reppública Dominicana, con sus excepciones y personajes, ha reiterado su desconexión con la sociedad, con las preocupaciones y anhelos de la gente, en especial los jóvenes, que por el desencanto, las mentiras y las malas mañas, dejó vacío el espacio de la participación, y delegó en los partidos las decisiones de la vida pública, con la condición de ir cada 4 años a elecciones.

Este trato fue roto el pasado domingo cuando ni en eso se pudieron poner de acuerdo unos con otros, en su afán de quién gana más o reducen con más fuerza al adversario, dejaron de hacer su trabajo intencionadamente o no, y los acontecimientos los desbordaron.

Ejemplo de esta desconexión fue que este miércoles 19, los partidos políticos por más de 8 horas estuvieron discutiendo sobre los elementos administrativos de cara al proceso electoral convocado para el 15 de marzo, en la que solo Alianza País y el PRM, de manera tímida, asumieron la postura de investigación de los hechos sucedidos en los comicios municipales que llevaron a su suspensión, mientras que del otro lado aumentaba el eco en la ciudadanía para autoconvocarse, puesto que lo que inició el domingo en la  Plaza de la Bandera, ayer se repitió en Santiago, Moca, San Francisco de Macorís, Bonao, Nagua, Puerto Plata, La Vega, Salcedo, Jarabacoa, Constanza, San Cristóbal, Baní, Azua, Barahona, San Pedro de Macorís, Punta Cana, Higuey, La Romana, entre otros.

Las manifestaciones que en sus consignas y reivindicaciones son más que variadas, desde una investigación independiente, con el acompañamiento externo a la Junta Central Electoral (JCE), que renuncie el pleno los miembros de la Junta o la realización de elecciones transparentes y con garantías, también se han hecho sentir en el exterior en ciudades como New York y Toronto, donde la comunidad dominicana tiene una alta presencia.

En los próximos días están convocadas a continuar las protestas, que sigue sumando gente y actores que nunca antes había hecho presencia es temas como este, como lo son una amplia gama de figuras del entretenimiento en la TV, la radio, la música, el teatro, como además de influenciadores de las Redes Sociales que han adquirido fama y legitimidad, en los últimos años en plataformas digitales, como Youtube o Instagram, que han hecho más clic con los jóvenes que la suma de todos los discursos dados por los políticos que se encuentran hoy en la  primera línea en los partidos.

La indignación, el enojo y frustración que se ha convertido en alegría y firmeza al encontrarse con miles con igual parecer, lo ejemplariza una joven que escuché mientra me movía en la protesta de anoche, cuando con sus amigas, se iban a tirar un selfie, se metió en el grupo, dijo, “coño, déjenme salir en el story, que no importa que me botén mañana”.

Este es un mensaje claro de que el miedo está cambiando de bando, y que los políticos, los que están hoy en los puestos de mando, tienen que hacer coincidir las aspiraciones de estas movilizaciones con sus agendas, puesto que sino, no solo perderán ahí miles de votos, sino también que es lo más grave, sumarán a la generación actual que emergen una pérdida de la esperanza y la fé en el país que solo puedo comparan con la que le produjo a la sociedad la llegada al gobierno y desarrollo del Partido de la Liberación Dominicana  (PLD) en el año de 1996, que generó más expectativas que resultados.

Pero sobre todo lo más importante e inmediato es dar una explicación que de sentido sobre por qué, para qué y por quiénes se desarrollaron los eventos que juntos obligaron a suspender un proceso electoral donde nos tocaba elegir a 3,849 personas para que fueran proclamadas alcaldes, regidores, directores municipales y vocales en todos los municipios del país.

@FranielGenao

20 de febrero del 2020