Son las 11:18 aeme. Despierto con la garganta raspada, y picor nasal. Imagino, sé, que tiene todo qué ver con el evento de la madrugada. Hice una breve publicación en mi perfil de Facebook casi al instante de despertar a las 4:47 aeme, luego de darme cuenta de todo lo que pasaba. Fue una sensación angustiante: despertar con olor del algo quemado, abrir las ventanas y encontrarme con todo ese humo; no se veía el cielo, apenas los autos del parqueo y las sombras de las plantas –no exagero, no es licencia de quien escribe-. Literalmente el olor me despertó. Lo más que pude hacer fue cerrar las ventanas ligeramente para que la casa no se llenara de humo, pero piense usted un momento, si yo desperté con el humo, mi casa tenía componentes de ese humo, elementos que viajan aeróbicamente, entonces encerrarme con ellos dentro no es lo mejor, pienso, pero en ese momento de la madrugada fue lo que hice.
Mis plantas, mis hijas, las que tengo en mi finquita, como le llamo a la jardinera, imagino lo resentidas que deben de estar. Son criaturas nobles, sensibles. Hace poco sembré claveles y cilantros, pero está el romero, el orégano, las plantas de albahaca, un bambú que luego de años sin decir ni pío empezó a brotar. Espero que el agua fresca y algo de mimos les sean de suficiente alegría.
Me arden las mucosas de los ojos y me pica toda la cara. Yo no soy ninguna influenciadora de las redes sociales y no subiré una foto con mi cara inflamada. No se trata de que me haya dado cuenta de que tenemos un gran vertedero y que mi basura –y la de todos en la ciudad- va a parar ahí y que tal cosa nunca me importara hasta hoy solo porque me afecta, no, no se trata de eso. Se trata de que el problema que representa Duquesa ha rozado, hace tiempo, el colmo, entonces esta etapa de gravedad, es todavía peor. En lo que voy escribiendo este texto, ya me he retirado los lentes varias veces para secarme la humedad de los ojos, y no es llorando que estoy. Me arden y hay mucho lagrimeo. Deberé medicarme. Lo de la garganta va mejorando con un té de cúrcuma y jengibre.
El problema de Duquesa es un tema de Estado. Es demasiado lo que ocurre allí como para que no se tomen medidas urgentes, pero hacen falta mucha voluntad política y enfrentarse a sectores de gran poder económico. Lo contrario es más de lo mismo.
La basura produce gases en forma natural. El metano es uno de ellos. Son biogases. Su adecuado uso podria redundar en beneficio de nuestros hogares y la industria en general. Con la inversión necesaria, el país bien pudiera autoabastecerse en gran parte de combustible, reduciendo importantes costos en este rubro. También obtendríamos abonos orgánicos para la agricultura, mejorando grandemente nuestros cultivos y por tanto la calidad de lo que consumimos. Es mucho el provecho que se le puede ocupar a este recurso, sí, porque la basura es un gran recurso, si se sabe utilizar. Pero no estoy descubriendo cómo calentar agua.
Claro, primero tendríamos que enfrentarnos a dos o tres familias que son las dueñas de las refinerías, de la diarrea de estaciones de servicios de combustible, todas distintas, haciendo creer que le mercado se abrió y ya no todo es Texaco, Esso ni Shell (¿ya cayó en cuenta?) Exactamente, se abrió, pero para dos o tres empresarios locales, bastó con ponerles muchos nombres distintos, pero no se engañe, detrás están los mismos dueños y contra esos los gobiernos no se meten.
En el sector agricultura imagino pasa lo mismo. Son demasiados millones en juego, demasiado poder. Es la capacidad de tener a un país entero de rodillas todo por la regulación de un solo rubro que involucra e interviene en la vida de cada dominicano y dominicana: el combustible. ¿Cómo osar perder la tajada de un negocio, para, primero resolver un grave problema como el que representa el vertedero, y segundo, alivianarle los gastos a millones de hogares, y encima beneficiar la industria y la agricultura local? ¡No, jamás! ¿Se imaginan lo que significaría para los negocios pequeños y en crecimiento que dependen del uso de carburantes, poder optar por una energía limpia, barata y que la produce el país? Desarrollo. Palabra temida por muchos estamentos de poder. Un país desarrollado asusta.
Para esos que tienen el poder y les dicen a los gobiernos qué hacer, el vertedero debe seguir como va, aunque sí hay que paliar el problema de los incendios, que serán recurrentes por los gases que produce. Además, sepa usted que no solo hablamos de Duquesa, Bocha Chica tiene su vertedero, Puerto Plata, Santiago, y hay más. El país está dotado de Duquesas que de cuando en cuando arden para el recordatorio de todos.
Si algo positivo pudiera haber en esta situación, lo es el hecho de que esta vez somos muchos más los afectados, sectores de clase media alta y alta están viendo con sus propios ojos, precisamente los ojos, el problema que representa el inadecuado manejo de los vertederos en el país. Los mismos miembros del gran empresariado viven en lugares que estos días se han llenado de humo basural, ojalá y alguno de ellos haya dejado alguna ventana abierta. Confiemos que algo deberá cambiar. Metamos presión, además de humo.
Por último, echar agua en la zona, asumiendo que es la solución, no resuelve la situación, el humo aumenta y no garantiza que el fuego merme, porque la ignición se mantiene. El agua contiene oxígeno y si hay algo que el fuego necesita para sostenerse, más aún cuando el campo está cundido del gas que lo produce, es aire. Amén de que son millones y millones de galones de agua, mientras hay sectores que no reciben el preciado líquido. Para rematar, estamos en Estado de Emergencia por pandemia del Covid-19, pero eso lo sabemos todos. Que el dios del trueno nos proteja.