En hermenéutica se dice que un texto sin contexto es un pretexto, por consiguiente cuando se saca de contexto alguna afirmación o se hace análisis de un texto sin el debido contexto termina siendo un pretexto, una razón o argumento que se da para justificar una cosa o reforzar una idea que a todas luces queremos que aparente como cierta porque me sirve a un interés específico y es en este último aspecto que se han tergiversado las palabras del Papa Francisco.

Aclaremos algo de entrada: uniones civiles de personas del mismo sexo, no es lo mismo que matrimonio entre hombres y mujeres. Nada nuevo bajo el sol, salvo el matiz que se le ha querido dar por quienes promueven este tipo de uniones que la Iglesia y el cristianismo no aprueban.

El Papa Francisco expresó su apoyo a la dignidad de las personas homosexuales que no pueden ser rechazadas por su núcleo más íntimo: la familia, ni tampoco por la Iglesia porque son hijos de Dios. Lo hizo en el documental “Francesco” que se estrenó el 21 de octubre del 2020 en Roma.

Después de la presentación del  documental del director Evgeny Afineevsky la prensa internacional lanzó grandes titulares afirmando el respaldo del Papa a las uniones civiles de personas del mismo sexo y la prensa local se hizo eco de dicha tergiversación.

¿Qué dijo el papa realmente? “Las personas homosexuales tienen derecho a estar en una familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de una familia a nadie, ni hacerle la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”.

Esa postura es coherente con el punto 250 de Amoris Laetitia de 2016 con el soporte de los obispos fruto del Sínodo sobre la familia y donde se habla de la experiencia de las familias que tienen en su seno personas homosexuales donde se sugiere que puedan tener un acompañamiento para que no sean excluidos como generalmente sucede. ¿Alguna vez se han preguntado qué sucede en las familias donde un hijo o una hija se declara homosexual? Sobre todo si es una familia cristiana se le reprocha y le excluyen. El Papa simplemente está apelando a ese sentido humano y cristiano de no rechazar a nadie y entiende que esa acogida debe empezar por el seno familiar.

Respecto a las uniones de personas del mismo sexo el Papa aclara, y lo ha dicho siempre, que un matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. En el libro-entrevista Política y Sociedad, presentado como diálogo entre el Papa Francisco y el sociólogo francés Dominique Wolton, se lee: “Eso no se puede cambiar, está en la naturaleza del ser humano. El matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Si los países quieren otorgar legalidad a las uniones entre personas del mismo sexo llámenle uniones civiles, pero no matrimonio”.

“La palabra matrimonio es una palabra histórica, desde siempre en la humanidad y no solo en la Iglesia, ha sido la unión de un hombre y una mujer. No se puede cambiar eso así por así”. Continúa diciendo el Papa.

El Papa ha mantenido la misma postura desde el inicio de su pontificado: 1) no se puede excluir de la familia ni de la Iglesia a las personas homosexuales porque también son hijos de Dios, y 2) la unión de dos personas del mismo sexo no puede ser llamada matrimonio, si quieren ponerle un nombre que le llamen unión civil.

¿Dónde está la confusión o la aprobación del Papa a la unión de personas del mismo sexo? La verdad siempre está ahí, solo falta interés en querer buscarla. [1]

[1] Algunas ideas de este artículo fueron tomadas de un texto publicado en Aleteia bajo la firma de Antoine Mekary