No corren buenos tiempos para el fisco en esta época de crisis. Eso ocurre en cualquier país del mundo, y también en la República Dominicana, por más que mucha gente crea que aquí no ha habido crisis.
Los ingresos fiscales del país apenas se incrementaron en un 8% entre el 2007 y el 2010, es decir, en tres años, por más que en los tres anteriores (de 2004 a 2007), entre reformas impositivas, mejoras administrativas, inflación y crecimiento de algunas actividades, el Gobierno había logrado incrementarlos en casi 90%.
En el 2011 tampoco las cosas han pintado muy bien para el fisco, aunque probablemente se termine recaudando entre un 10% y un 12% más que en el 2010, por la inflación y el esfuerzo administrativo, más el paquete nuevo aprobado a mitad de año.
Y con ello, nuestro mejor estimado es que al final de este año el Gobierno haya percibido unos 283 mil millones de pesos. Pero eso es menos que lo que había presupuestado antes de iniciarse el año (barra verde en 2011 en el gráfico), a pesar de la ayudita que se dio mediante la referida reforma. De lo contrario, habrían sido menos.
Para el Presupuesto del próximo 2012, malaprobado ya por la Cámara de Senadores, el Gobierno colocó un monto de ingresos que asciende a RD$352 mil millones (barra verde en 2012), lo cual parece exagerado. Profesionalmente siento un gran respeto por la gente que trabaja en hacer estos cálculos, así como en el análisis de las premisas económicas que los sustentan. Por tanto, no puedo admitir que hayan puesto ese número ahí por convicción.
No parece lógico. Comparado con lo que se había presupuestado hace un año, se dice que habría un aumento de 20%, pero es más, puesto que lo correcto sería comparar esa cifra con lo que efectivamente se habrá recaudado en 2011. Y en este caso, la proyección de aumento sería de 24%.
Eso no puede ser. No hay nada en el ambiente económico nacional que haga prever un aumento de las recaudaciones de esa magnitud. Y mucho menos agravándose la crisis internacional. Por tanto, tengo serias razones para pensar que ese número de 352 mil millones no es el resultado de un razonamiento técnico. De acuerdo con nuestro mejor criterio, el Presupuesto tiene una sobreestimación de los ingresos de alrededor de RD$35,000 millones.
Si dicho número no es el resultado de un razonamiento técnico, entonces es político. Claro está, había que cuadrar las cifras para que el FMI pueda darle el visto bueno a ese Presupuesto, con un déficit fiscal admisible al Acuerdo.
El problema es cómo ejecutarlo después. De algún lugar tendrían que salir esos recursos. En alguna opción debe haber pensado el Gobierno. La pregunta es ¿En qué será?