La Central Termoeléctrica Punta Catalina, ha sido vendida, por los funcionarios, publicistas, mercadólogos y apologistas, como la octava maravilla del mundo, la central termoeléctrica más moderna, avanzada y tecnológica que existe en planeta Tierra. Una verdadera joya de la tecnología moderna de punta.
Una central termoeléctrica, con esas características tecnológicas, debería ser capaz de poderse operar y manejar, con un número reducido de empleados. Pero una cosa es sembrar ilusiones y fantasías y otra cosa es la realidad.
A Noviembre del 2019, cuando la Unidad 1 de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, según la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), había concluido sus pruebas satisfactoriamente, siendo recibida por la CDEEE a entera satisfacción, informando que el contratista, Consorcio Odebrecht-Technimont-Estrella, había cumplido con todos y cada uno de los términos contractuales y especificaciones técnicas, pasando dicha Unidad, a ser controlada y operada bajo la responsabilidad exclusiva de la CDEEE, la nomina de empleados asociados a dicha Central, se situaba en unos ciento sesenta y siete (167) empleados, con un gasto mensual superior a los quince (15) millones de pesos, equivalentes a unos trescientos (300) mil dólares.
¿Cuál sería el número de empleados racionales, para el manejo eficiente de una central termoeléctrica a carbón, de la magnitud y características de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, tomando en cuenta las maravillas de tecnología de punta que los funcionarios, publicistas, mercadólogos y apologistas, de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, afirman que posee?
Según la publicación del prestigiosos y acreditado Institute of Electrical and Electronics Enginners (IEEE) de los Estados Unidos de Norteamérica (EUA), en su publicación “Automation Is Engineering the Jobs Out of Power Plants”, de fecha Agosto 3, 2017 (https://spectrum.ieee.org/energywise/energy/fossil-fuels/automation-is-engineering-the-jobs-out-of-power-plants), la empresa DTE de Michigan, construirá una planta a gas natural de 1,100 Mw, con una inversión total de mil (1,000) millones de dólares, la cual entrará en operación en el 2022 y tendrá una planilla de treinta y cinco (35) empleados fijos, para gerenciar, administrar, operar y dar mantenimiento a dicha central de generación.
La empresa Entergy Corporation de Lousiana, construye para la fecha de la publicación del artículo, una central de ciclo combinado a gas natural, de 994 Mw de capacidad instalada, con una inversión total de 872 millones de dólares, la cual deberá entrar en operación en el 2020 y la misma requerirá no mas de treinta y un (31) empleados fijos, para gerenciar, administrar, operar y dar mantenimiento a la central de generación.
Según la publicación del IEEE, un estudio de mercado (benchmarking) realizado por la prestigiosa y acreditada firma estadounidense Black and Veatch, arroja que una central a ciclo combinado operando a gas natural, con una capacidad instalada de 565 Mw, puede ser administrada, gerenciada, operada y dar mantenimiento, con una plantilla fija de veintisiete (27) empleados.
Como podrá observarse, el numero de empleados para administrar, gerenciar operar y dar mantenimiento, de manera eficiente y racional a una central termoeléctrica, es independiente de la capacidad instalada de la central.
En República Dominicana, la Central Termoeléctrica Punta Catalina, la octava maravilla del mundo, la central que posee la última tecnología de punta y la mas moderna del planeta Tierra, según los funcionarios, publicistas, mercadólogos y apologistas, necesita una empleomanía superior en cinco (5) veces, a la empleomanía requerida para operar una central termoeléctrica, con características tecnológicas similares a la Central Termoeléctrica Punta Catalina.
En base a los datos ofrecidos por la publicación del IEEE y de la prestigiosa firma especializada estadounidense Black and Veatch, la octava maravilla del mundo, que se llama Central Termoeléctrica Punta Catalina, pudiera ser administrada, gerenciada, operada y dar mantenimiento, de manera eficiente y racional, con unos treinta y cinco (35) empleados fijos o menos. Sin embargo, la realidad en la Republica Dominicana es totalmente diferente, se requiere casi cinco (5) veces la cantidad de empleados fijos que utilizaría una empresa gestionada de manera eficiente y racional. En consecuencia, en vez de gastar en nomina unos quince (15) millones de pesos mensuales, ciento ochenta (180) millones de pesos anuales, se podría gastar la quinta parte, o sea alrededor de tres (3) millones de pesos mensuales, treinta y seis (36) millones de pesos anuales, con un ahorro anual, superior a los ciento cuarenta (140) millones de pesos.
No debe sorprender el despilfarro de recursos económicos en la nomina de empleados fijos de la Central Termoeléctrica Punta Catalina. Es una practica recurrente en las empresas eléctricas estatales. Al 31 de Diciembre del 2019, según el Informe de Desempeño del Sector Eléctrico, publicado por la CDEEE, las tres (3) empresas distribuidoras, tenían 8,538 empleados fijos, cerca de seis (6) veces más, que el número de empleados requeridos para una administración eficiente y racional, según el estudio de Tarifa Técnica realizado en el 2016, por la empresa chilena INECON.
Por su lado, la CDEEE, una empresa que ni genera, ni transmite, ni distribuye, electricidad, pues la Central Termoeléctrica Punta Catalina es una empresa independiente, posee una nomina cercana a los setecientos (700) empleados fijos, sin contar con los asesores, cuando las funciones que son de su responsabilidad, podrían ser realizadas y ejecutadas de manera eficiente, con menos de cincuenta (50) empleados.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina, no solo ha sido un fracaso rotundo, la gran mentira, un verdadero desastre, una verdadera tragedia, una vergüenza nacional, un barril sin fondo que ha sangrado las finanzas públicas, de la que nadie debería sentirse, ni satisfecho, ni conforme, ni complacido, ni alegre, ni contento, ni feliz y mucho menos, orgulloso, de cómo se ha conducido y gerenciado, la construcción de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, que tantos daños y perjuicios, ha ocasionado, al país, a las finanzas públicas y a la sociedad, para que el resultado sea, la negación de todas las promesas, esperanzas, ilusiones, fantasías, vendidas por las autoridades, funcionarios, mercadólogos, publicistas, apologistas y profetas. de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, sino que además, su administración, gerenciamiento, operación y mantenimiento, constituye otro barril sin fondo, con gastos corrientes y empleomanía excesiva, que no puede ser justificada bajo los conceptos de una gestión sana, eficiente, que vaya a favor de la sanidad financiera de la empresa, produciendo como consecuencia, un aumento innecesario de los costos operativos de dicha Central, lo que obliga, a vender a un precio más caro la electricidad que produce, para poder mantener los niveles de rentabilidad y utilidades esperados y proyectados.
En los primeros dieciséis (16) días del mes de Mayo 2020, la Central Termoeléctrica Punta Catalina, ha vendido toda la energía producida por sus dos (2) unidades, a 8.252 centavos de dólar por kilovatio hora, equivalente a un 10% más caro, que el precio de 7. 5 centavos de dólar por kilovatio hora, anunciado al país, por el Presidente de la Republica, en varios discursos de rendición de cuentas, pronunciados ante la Asamblea Nacional, los 27 de Febrero, en varios años diferentes, siendo dicho precio de 8.252 centavos de dólar por kilovatio hora, más caro, en el orden de los 4.497 centavos de dólar por kilovatio hora, equivalente a un 120% por encima, del precio promedio de la energía que las distribuidoras compraron en el mercado spot.