La relación actor-espectador supone un lenguaje que debe ser influyente y confluyente en el contexto de la dialéctica espectacular. La psicología que implica y explica dicha dialéctica parte de núcleos seguros de interacción, sentimiento, influencia y acercamiento entre los actores y los espectadores. (Ver, Jerzy Grotowski: Hacia un teatro pobre, Siglo XXI eds. México, 1976).

Sin embargo, aun con las ventajas o desventajas del sujeto espectador, todo espectáculo teatral es un espectáculo vivo y viviente que implica un orden sensorial, perceptivo, accional y dialógico. El planteamiento de un microanálisis de comportamientos teatrales establecidos por la dramaturgia, indica una experiencia específicamente representacional, cuando el personaje como tipo engendra y a la vez satisface un sentido raigal o acentuado de creencia, interpretación, intimidad, exterioridad y procesos de aceptación de la materia espectacular.

La pregunta: “¿A quién se dirige un actor?”, implica una fenomenología teatral y una psicología de las intimidades del personaje o intérprete del rol o tipo caracterial que incide como acto en el espectador.

Es así como la psicología del personaje plantea una psicología del intérprete o actor, en la medida que el intérprete hace creer que el personaje “cree”, para hacer también que el público crea más allá de la convención espectacular. Este punto de cardinales psicológicas llevada a cabo por el actor y el director en escenas o actos, justifica todo un proceso viviente de acción-representación en el contexto fijado por el director de la obra.

El micro-análisis como herramienta sociológica y cualitativa resulta de un método, un modo constructivo para rescatar espacios y tiempos justificados por ocurrencias, diálogos, transcursos, vidas posicionales, vidas gestualizadas y vidas pronunciadas o habladas desde el punto de vista de la intercomunicación propiamente teatral.(Véase Patrice Pavis: Análisis de los espectáculos, Eds. Paidós, 2000).

Los principales rasgos o líneas de acción de un espectáculo, propician la actuación como materialización de los actos humanos y el personaje motivado también por el mismo contexto; lo que implica un proceso de apropiación de interioridad, descubrimiento, mostración exterior que se sintetiza por la vivencia y caracterización del intérprete-personaje que media entre la escena-mundo, el actor-sujeto y el espectador.(Como se puede leer en los escritos de Diderot, Jouvet, Touchard, Villiers, Artaud y otros).

De hecho, es lo que se traduce o lo que se  intuye mediante el sentimiento paradójico del personaje o de un actor que se hace pasar como sujeto-personaje humano y cercano, frente a un espectador pasivo o activo en su propia condición interpretativa mediante gesto, palabra, movimiento y acción. De ahí que en su Paradoja sobre el actor, Diderot se justifica ante la institución actoral, vaciándola de toda esencia y definiendo el parecer-ser con el-ser del personaje, allí donde el rol conquista la visión y la atención de un público abierto a cualquier juego dramático o escénico.

¿Qué es lo que hace que un público reaccione ante el personaje localizado en una obra?

¿Qué es lo que hace que una acción parezca verosímil en un determinado escenario de mediaciones?

¿Qué es lo produce diferentes niveles de respuestas en un contexto escénico y dramático?

Las tres preguntas surgentes de una experiencia donde la actuación construye el mundo teatral o de las acciones teatrales, se orientan en una suma de relaciones que visibilizan un sentimiento y unas imágenes propias de un conflicto,  un nudo, un clímax y un desenlace. Armada la obra de estos elementos se podría llegar a la conclusión de que es el actor-personaje quien determina el campo de acción de la obra en su actuación o particularidad dramática y humana; son estos aspectos los que contribuyen a un desarrollo de las fuerzas actorales que justifican un determinado tipo de intencionalidad, actuación, imaginación y unidad de estilo y lenguaje en el teatro.

¿Cuáles son las líneas psicológicas que se observan en un personaje a partir del planteamiento de un conflicto? A partir de la incidencia del mundo de afuera y del mundo de adentro se dan las condiciones de intro- y extroversión del actor-personaje que hace cada vez más verosímil el rol que articula la actuación y sus niveles de relación.