En el año 1946 la Organización Mundial de la Salud definió la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, desplazando el absurdo de “ausencia de enfermedad”. A estas dimensiones agregamos también la ecológica y la espiritual que exploran la relación del ser humano con los demás seres vivos, con la naturaleza y el universo, así como la búsqueda del sentido de vida. Esa mirada de la salud nos obliga a un abordaje interdisciplinario, desde la intersección de los saberes; y hacerlo desde equipos multidisciplinarios conformando verdaderas redes de apoyo a fin de que la intervención en salud sea de mayor calidad y efectividad.
La aplicación de los principios, métodos y técnicas de la Psicología al ámbito de la salud inició formalmente con la Medicina Psicosomática, término introducido en el psicoanálisis por Félix Deutsch en 1922, en su artículo “El campo de la psicoterapia en la medicina interna”. Los experimentos de Iván Pavlov, el desarrollo del biofeedback y el condicionamiento operante han contribuido notablemente a la psicología en el ámbito médico, conformando la Medicina Conductual, que aplica los principios y técnicas de la modificación de conducta en el contexto biomédico. Asimismo, el estudio de las influencias de las condiciones psicológicas sobre el funcionamiento corporal de Grinberg; los estudios sobre endocrinología y comportamiento, y la teoría experimental de las emociones de Gregorio Marañón. En otro orden, la Psicología Médica hace referencia a los aspectos curativos que se dan en la interacción entre el médico y el paciente, y por lo general está presente en los planes de estudio de medicina.
También se ha hablado de una Pediatría del Comportamiento.
Actualmente esas áreas confluyen en la denominada Psicología de la Salud, rama que fue incorporada por la APA desde 1978, y que cuenta con diversas revistas especializadas en Europa y Estados Unidos.
El cáncer es un diagnóstico en aumento en República Dominicana. En 2018 se registraron 18,000 casos a nivel nacional y 10,896 muertos a causa de la enfermedad.
Como afirmaron Cohen y Lazarus, la sola sospecha de padecer un cáncer genera una gran incertidumbre por la amenaza que representa para la vida, la integridad corporal, la incapacidad, el dolor, la modificación de los roles sociales y profesionales, la separación de la familia, la hospitalización, los tratamientos, la toma de decisiones en momentos de estrés, la necesidad de depender de otros, la pérdida de intimidad -tanto física como psicológica-, entre otras cosas. Hacer frente a estas amenazas implica un gran esfuerzo para el paciente, la situación que atraviesa es cambiante pues dependerá de los tratamientos disponibles, de la capacidad para costearlos, y del pronóstico de la evolución: curación, remisión temporal o muerte.
Es alta la incidencia de problemas de salud mental y de síntomas de ansiedad, depresión y malestar emocional que presentan las personas que padecen de cáncer. Es baja la asistencia psicológica específica que se ofrece actualmente, por lo que muchos pacientes que podrían necesitar una ayuda o un tratamiento psicológico específico no lo reciben, probablemente ni siquiera son detectados. El personal de salud debe prestar atención a la vulnerabilidad de la persona enferma de cáncer y, además de cuidar su organismo, promover la calidad de vida y el bienestar, manejar los procesos de duelo que puede generar la enfermedad, en la familia y en el que sufre la enfermedad, ya por la salud perdida o por el temor a perder su propia vida.
Los profesionales de la Psicología Clínica y de la Salud pueden contribuir a la comprensión de las influencias psicológicas que permiten a las personas permanecer sanas, por qué se enferman y cómo responden a la enfermedad. También se ocupan de promover, educar y mantener la salud; prevenir e intervenir la enfermedad; investigar las causas y correlaciones de la salud, la enfermedad y la disfunción; además de procurar la mejora del sistema de salud y de la formulación de políticas de salud. De hecho, una subespecialización de la Psicología de la Salud es la Psico-Oncología, que se centra en el estudio e intervención sobre los factores psicosociales asociados al diagnóstico y tratamiento del paciente, sus familiares y el equipo de salud, así como sobre los factores comportamentales que afectan el riesgo de desarrollar la enfermedad y disminuir la supervivencia con el empleo de categorías, conceptos métodos y técnicas propias de la Psicología.
El cuidado del equipo de salud que trabaja con personas con diagnóstico de cáncer es fundamental para evitar el síndrome del burn out, y que el fatal desenlace de algunos casos no mermen su capacidad para continuar ofreciendo su mejor esfuerzo en la atención a los pacientes. Inducir estrategias de autocuidado, crear espacios para el debriefing en grupo y realizar rituales de cierre, son intervenciones posibles del Psicólogo Clínico y de la Salud.
En República Dominicana contamos con jóvenes profesionales especializados en Psicología Clínica y de la Salud, ávidos de integrarse a los equipos de salud y entregar sus conocimientos, sistematizar sus experiencias para fortalecer las intervenciones a la luz de las necesidades reales de la población afectada por cáncer y otras enfermedades, tanto en hospitales públicos como en centros privados. La modificación de los estilos de vida para generar hábitos saludables, modificar actitudes para mantener la adherencia al tratamiento, manejar el malestar emocional, descubrir significados, colaborar con su recuperación y, en el peor de los casos, la aceptación y el acompañamiento al moribundo y su familia.
Los pacientes de oncología deben recibir el apoyo de todos los del equipo de salud que les atiende; pero hay servicios que solo un psicólogo debidamente entrenado podrá ofrecerles. Es un derecho de los pacientes y un deber de los psicólogos.