Hay cosas en este mundo que son inexplicables. Situaciones, personajes, eventos que por más vueltas que se les dé, no logramos encontrar una definición que ayude a su entendimiento. Uno de esos casos es el estado del Partido Reformista Social Cristiano.

Dice el refrán: “más vale ser cabeza de ratón que cola de león”, dando a entender que es mejor ser el o de los principales en un universo pequeño, que uno más o insignificante en uno grande. Pero en el caso del Partido Reformista, la cosa es totalmente lo contrario.

Este partido gobernó por 22 años el país, siendo la entidad partidaria que más ha gobernado en el período republicano en cual nos encontramos y ver ahora que se conforman con las migajas de las sobras del partido de gobierno, lo convierte en un tema interesante y de investigación dentro de las ciencias sociales.

Desde muy pequeño escuchaba decir que Balaguer no se ocupó en dejar a un sucesor, pero más bien creo que el doctor sabía que sus adeptos siempre han sido una partida de ineptos, oportunistas y conformistas que nunca iban a aprender a mantener el poder.

Por más bulla que hagan ahora, por más que digan y dicen que hacen, después de ser la cabeza del león, se han convertido en lo último de la cola de un ratón.