A alguien se le ocurrió decirle al Presidente Fernández que su PROPUESTA de hace unos años sobre un pacto mundial para acabar con la especulación financiera y de las materias primas en los mercados, podría tener un gran impacto político si se manejaba políticamente.
Una declaración que desde el siglo XVII, cuando nacen los cimientos del capitalismo, se viene haciendo insistentemente y cada vez que resurgen los ciclos de crisis en los mercados. Pero cuando todo vuelve a la normalidad y el auge se apodera de esos mercados, todo se olvida.
Millones de veces se ha hablado de la especulación en los precios de los bienes alimenticios y las materias primas, que cada cierto tiempo se disparan hacia arriba, generando fuertes presiones en las economías. Pero en el fondo, esa especulación solo existe cuando hay escases por problemas climatológicos que deprimen la producción o porque la demanda crece más que la oferta, como ha sucedido en años recientes. Jamás hay especulación cuando sucede lo contrario y eso cambios en los ciclos económicos, llamase como se llame, es la esencia del capitalismo.
Lo mismo sucede con los mercados financieros, cuando hay grandes depresiones o recesión, como ha sucedido a partir del 2007. Quiebran bancos, quiebran empresas, quiebran compañías de seguro, quiebran todos, lo que conduce a un estado de nerviosismo colectivo que genera grandes tensiones en los mercados bursátiles y financieros, que se refugian en el oro y con ello disparan los precios del metal a niveles exorbitantes. Claro, como vamos a producir mucho oro, que viva la especulación.
Otro ejemplo de un producto con precios altamente "especulativo" según el enfoque de Leonel, es el Cacao, aunque nunca se menciona, por supuesto. Ese cacao que producimos y exportamos, tiene un precio que supera los US$3,000 la TM, cuando debieran estar en la mitad. ¿Y porque sucede eso? Simplemente, porque la demanda de cacao ha aumentando sustancialmente en los últimos años y la oferta no. Aquí, por ejemplo, no hemos aprovechado esos precios "especulativos" aumentando la producción de cacao porque tenemos un sector agropecuario lleno de estúpidos. Y ese es el mismo caso del maíz, el trigo, la soya, la cebada etc. etc.
Pero volvamos al punto político. El gobierno, a través de sus embajadas, se ha dedicado a buscar firmas de presidentes, reyes y primeros ministros alrededor del mundo para que apoyen las declaraciones del gran genio de la economía llamado Leonel Fernández, quien descubrió que con un pacto mundial se acabaría con esa especulación. Y obviamente, se gastan una fortuna pagando prensa y periodistas para que todos los días salga alguna noticia diciendo lo siguiente: Rey de Suecia apoya iniciativa de Leonel; la Presidenta de Brasil respalda a Leonel; La Primer Ministro Alemana, Ángela Merkel, se suma a la gran iniciativa leonelista. Y ninguno, especialmente los europeos, tienen ni idea del personaje al que apoyan y que país gobierna. Eso lo maneja alguien de relaciones públicas de esos gobiernos, como un favor a un embajador.
¿Pero eso es lo que busca Leonel Fernández con esa campaña? Prensa todos los días para mantener vigencia política. Buscando mejorar su imagen deteriorada y desgastada entre los dominicanos. Y también buscando elevar su figura a nivel internacional, probablemente para lazarse en el futuro como candidato a un organismo internacional. Pero cuando termine su gestión de gobierno y se destapen las barbaridades que ha cometido desde el poder, esas pretensiones se irán al fondo del océano.
Mientras tanto, seguiremos leyendo en los próximos días que el emperador Akihito de Japón, respalda a Leonel, el de Rey Swazilandia felicita a Leonel por su iniciativa y el grupo Hamas y Al Quaeda le piden que continúe su lucha contra la especulación y los cimientos del capitalismo.
Pobre país.