La crisis de Siria, es un conflicto que tiene más de dos años y medio. El pasado 21 de agosto, hubo uso de armas químicas contra la población civil, con miles de muertes, entre ellos niños. No está del todo confirmado el responsable. Para muchos, con los Estados Unidos de América  (EEUU), Francia y Turquía a la cabeza, el responsable fue Bashar al-Assad y su Gobierno.

El presidente  de los EEUU, Barack Obama dijo que el régimen sirio cruzó la línea roja, por lo que habrá consecuencias. Se utiliza el eufemismo “acción limitada”, pero todos sabemos que como sucedió en Libia, el objetivo es decapitar el régimen, el objetivo es Bashar al-Assad.

La Cámara de Representantes en el Reino Unido se niega apoyar la iniciativa de EEUU, primera vez en mucho tiempo, Putin en Rusia entiende que es una provocación, China no aprueba esta salida. Si EEUU lleva a cabo la “acción limitada” lo hará en violación, una vez más, de las normas que rigen la “Sociedad Internacional”, porque sin una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU esa acción no tendrá la base legal que necesita.

A diferencia de lo que sucedió con Libia, donde China y Rusia se abstuvieron de votar en la Resolución en la que se apoyó el ataque, permitiéndola por omisión, esta vez votarían en contra, vetándola. Si la razón es humanitaria, para eso está la ONU, ningún Estado de manera unilateral debe tomarse esa demanda. Mi humilde punto de vista es que se debe buscar una solución que tome en cuenta a los interesados.

Así como existe el “Diálogo a 6 Bandas” sobre la crisis de la península de Corea, la solución a esta crisis, podría estar ahí. Rusia, donde se garantice que sus intereses en Siria, que su base naval en Tartus y su contacto con el Mediterráneo, no serán tocados por un gobierno que surja; China como aliado de Rusia y que igual prefiere un Mediterráneo donde no sólo dominen EEUU y Europa; Turquía, por su conflicto permanente con Siria; Francia, que todavía añora sus años de control del país; Irán y Arabia Saudita, por el conflicto religioso entre sunitas y chiitas, EEUU e Israel, por los claros intereses que tienen de tener un gobierno aliado en Siria. Y naturalmente, dentro de ese diálogo debe estar Siria, expresada en dos partes: Gobierno y Opositores.

Si eso sucede, con la ONU en su calidad de “Tercero Ausente”, como árbitro y coordinador, estamos seguros que habrá una solución a la crisis. El primer tema de ese diálogo debe ser la participación de la oposición en un proceso electoral que habrá de producirse el próximo año en Siria. Con la ONU, y todas las organizaciones internacionales que tienen que ver con el asunto, como observadores, así como la prensa internacional, no sólo la occidental, sino de toda, se estarían dando pasos concretos hacia la solución de la crisis. Se supone que en mayo o junio de 2014, de acuerdo a la Constitución de Siria, habrá elecciones, de manera que queda menos de un año.

Reitero, esta es la oportunidad y se estaría haciendo tomando como base la democracia electoral que tanto defienden EEUU y Europa. Barack Obama está recibiendo el apoyo del Congreso de los EEUU para atacar, así sea sin la Resolución de la ONU.

Aunque reconocemos que en Siria se debe hacer algo ya para terminar con tanto sufrimiento de inocentes,  esta no es la solución, podría complicar el juego de poder mundial y originar una conflagración de alcance global. Es la sugerencia de un humilde ciudadano del mundo, atrincherado en esta república bananera, que por la miope visión de su liderazgo es conocida en el mundo menos que Haití.