Hay cuatro posibilidades:

Primero, que los resultados muestren que cada uno (PLD y aliados vs. PRM y aliados) obtuvo más o menos el 50% de los municipios.

En una situación así ¿quién saldría ganancioso? El que obtenga más votos lo que implica ganar en la mayoría de los municipios grandes, entiéndase el Distrito Nacional, Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Santiago, San Francisco de Macorís, La Vega, Puerto Plata y San Pedro de Macorís. 

O sea, en este escenario el que tenga mas votos canta victoria.

Segundo, que el resultado sea 60%-40% ganando el PRM y aliados. Aquí también una derrota del PLD en términos del número de municipios se puede compensar con una victoria en varios municipios grandes. O sea, perder en número, pero ganar en votos. Eso neutraliza el efecto 60-40.

Tercero, que el resultado sea a la inversa, con el PLD y aliados obteniendo 60% pero ganando el PRM y aliados las provincias más grandes obteniendo así más votos, aunque menos municipios.

Cuarto, la victoria absoluta seria ganar la mayoría de los municipios con la mayor cantidad de votos. 

Ahora bien, todo depende de lo que suceda con otros partidos, especialmente el PFP y aliados, que podría alterar esta distribución y conducirla a un 45-40-15, donde el PLD quedaría en desventaja de cualquier forma.

En muchas demarcaciones es difícil predecir quien ganará porque la abstención será muy alta (50% o más) y la compra de votos y otras cuestionables practicas proselitistas del partido en el poder pueden inclinar la balanza a su favor si la diferencia es poca.

O sea, un candidato opositor que este arriba por un 2% de la intención de votos puede fácilmente salir derrotado por esas prácticas fraudulentas del oficialismo que nadie puede evitar. Hay que pelear cada voto.

Se da por sentado que donde los partidos PRM-PFP vaya unidos ganan, pero eso sucederá en pocas provincias y ninguna de gran población. Después hay cientos de alianzas entre los partidos grandes y mas de una docena de partidos y organizaciones miniaturas que no harán mucha diferencia.

De acuerdo con varias encuestas publicadas y no publicadas hay una alta posibilidad de que los municipios se repartan casi a partes iguales entre los dos partidos mayoritarios, pero con el PFP haciendo la diferencia para darle a la oposición una clara ventaja.

En cuanto al número de votos el PRM acabaría superando a todos los demás ganando en plazas importantes como el Distrito Nacional y algunas provincias del Gran Santo Domingo, incluyendo varias de la región norte.   

También puede incidir en los resultados las líneas que bajen los dirigentes de los grandes partidos para que voten en contra de sus propios candidatos. Por ejemplo, Abel en Santiago es un gallo tapao y el PLD le puede quitar la alfombra de los pies a ultima hora.

La amplia ventaja de Abinader sobre Gonzalo, que lo convertiría en el próximo presidente de la república, es otro aspecto para considerar ya que los alcaldes que sean del partido en el gobierno van más cómodos que los de la oposición y eso puede pesar en la decisión del votante.

La transmisión de resultados desde algunas provincias podría crear algunos problemas retrasando el conteo por días o semanas. Hay que preparase para eso.

¿Tendrá algún impacto el resultado del domingo en las elecciones de mayo?

Si, porque los munícipes son clave a nivel de las bases de los partidos. Son los que dan empleos donde hay pocas fuentes de trabajo y son los que reparten y comparten cuando de dinero se trata. También resuelven problemas pequeños en materia de infraestructura, aunque gastan mucho dinero en cosas irrelevantes.

Pero al margen de eso si Luis Abinader llega a mayo con una diferencia de 5% o más sobre su principal contendor Gonzalo Castillo, no hay otro resultado que no sea la victoria del PRM sobre el PLD, sin importar lo que suceda el domingo.

Estamos hablando de casi 400 mil votos que el PLD no podrá borrar ni comprando votos en los supermercados o un nuevo algoritmo en el mercado negro. Y si hay segunda vuelta la victoria del PRM será por más de 10%. Eso escríbanlo.