El Gagá es una celebración mágico-religiosa que se realiza en Semana Santa en distintas zonas del país donde existieron y existen ingenios azucareros. “Las personas que participan en los Gagás son dominicanos nacidos en los bateyes y que siguen viviendo en ellos o cerca de ellos o que de algún modo están relacionados con la industria azucarera. Una parte de ellos son dominicanos hijos de padres dominicanos, otros dominicanos de origen haitiano con dos y hasta tres generaciones de ascendientes que han quedado a vivir en el país”. Esta afirmación sobre la composición del Gagá la establece la reconocida antropóloga June Rosemberg (EPD) en su libro “ El Gagá. Religión y Sociedad de un culto dominicano. Un estudio comparativo”. (1981: 18).
Los orígenes del gagá no están claramente definidos en la República Dominicana “por la actitud negativa que se adopta en el país frente a las influencias africanas” (Ibidem). Rosemberg se apoya en datos aportados por Carlos Esteban Deive quien identifica manifestaciones similares al Gagá desde el siglo XVIII. El Gagá tiene así raíces africanas según destaca Rosemberg y elementos dominico-haitianos que se fueron integrando a sus prácticas en la vida del batey.
En la actualidad muchos ingenios han desaparecido. Sin embargo, el Gagá se sigue celebrando. La permanencia del Gagá por cientos de años en nuestra cultura y sociedad está vinculada a la integración de nuevas generaciones de jóvenes en distintas localidades que asumen el gagá, sus rituales, su música y sus distintas expresiones. Integrando al mismo nuevos ritmos y nuevos instrumentos. El Gagá como toda manifestación cultural es de carácter dinámico.
La noticia reciente en distintos medios de comunicación así como en las redes sociales de que el gobernador de San Pedro de Macorís prohibió la salida del Gagá en esta Semana Santa ha generado mucho rechazo y consternación.
El Ministerio de Cultura en un comunicado publicado por los distintos medios de prensa escritos se desliga de la prohibición y por el contrario plantea que la misma entra en contradicción con nuestra constitución en sus artículos 64 y 66.
“El Ministerio de Cultura y sus autoridades no censuran, ni prohíben, ni coartan ninguna expresión o creación artística o cultural de ninguna persona o grupo de personas”. El comunicado recuerda que la Constitución de la República del 2016 establece en su artículo 64 que: “Toda persona tiene derecho a participar y actuar en libertad y sin censura en la vida cultural de la Nación, al pleno acceso y disfrute de los bienes y servicios culturales, de los avances científicos y de la producción artística y literaria”. “Nuestras actuaciones se ajustan estrictamente a esos principios constitucionales, que por igual otras instituciones, públicas y privadas deben de respetar y hacer respetar”.
La acción es totalmente inconstitucional y viola los derechos de libertad de culto y expresión cultural en nuestra sociedad. Afectando así la promoción de nuestro patrimonio cultural del cual el Gagá es parte como tradición histórica que recrea nuestros orígenes afrocaribeños.
Esperamos que se revise la medida la cual afecta la esencia democrática de nuestra sociedad definida así por nuestra Carta Magna, la Constitución de la República.