“Entre la pena y la nada elijo la pena”. (William Faulkner).

Vuelan estas palabras para mis sobrinas Yaseli y Mariely, para todos mis hermanos, hijos, los demás sobrinos, tías, primos, cuñados, cuñadas y todos los que se encuentran arropados por el dolor y la tristeza ante la pérdida de mi hermana querida, Minada. Hermana que me enseñó a escribir y a leer en un país marcado por la historia de lo transido.
Siempre estarás conmigo en los montes y llanuras de nuestro pueblo Salcedo, cabalgando con su maletica de profesora, entregada a nosotros sus hermanos; que todavía no hemos partido hacia el infinito del tiempo. Hoy, hermana querida, te fuiste dejando en mí la hojarasca y las lluvias de ese pueblo donde tú adornabas nuestra casa cada mes de diciembre entre luces y Santa Claus, que encendía en la familia el encanto navideño.
Permanecerás en la Unión Americana, pero también tiene tu impronta en tu pueblo que te vio nacer, lo que nos hace comprender muestra condición de familia trasatlántica que se ha atado al tiempo y la memoria de una familia que lo ha dado todo, por y para sus hijos.
Hoy solo nos queda comprender y aceptar de manera estoica y serena, los golpes que nos da la vida en condición de inmigrante.
A lo mejor en el momento que estén escuchando mis palabras me encuentre en la tumba donde yacen nuestros padres, donde no dejo de sentir la desgarradura de mi alma. Tan solo les puedo decir, que sus lágrimas son mis lágrimas, sus corazones desangrados son mis latidos desangrados; todo este suceso es tan inmenso que no puedo moverme para ver el cuerpo de mi querida hermana, helado, como un viento frio que atraviesa mis huesos.
En un adiós y para siempre solo puedo decirte Minada, que siempre estarás en mi corazón y en el viento. En el aire que siempre anda de viaje, pero que nos mantiene respirando par seguir en un quietud de imaginarios sueños y fantasías, de amor como el que ofreciste a todo el que que te conoció.
Descansa en paz en la serenidad de lo no pasional, que es una condición para no olvidarte aunque ya no estés en este mundo.