Los Kayapó (Kayapo o Caiapó) son un pueblo indígena que habita en las tierras planas de Mato Grosso y Pará, en Brasil, al sur de la Amazonia, en la región del río Xingú y sus afluentes, entre el río Curuá y el río Fresco, y entre éste y el río Araguaia. Son más de 10.000 personas.

El pueblo Kayapó es portador de una gran sabiduría ancestral y presiente lo que puede ocurrir con los humanos y con la naturaleza. Este colectivo habla dentro del paradigma de la gran tradición de la humanidad (de los espíritus y de la vida en las selvas, en los ríos, en toda la naturaleza) que se combina bien con la visión de la nueva cosmología y la biología que entrevén la vida y el espíritu que se muestran en niveles propios en todos los seres. Raoni nos hace pensar. Por eso difundimos aquí su advertencia.

Estas son las graves palabras del cacique Raoni:

«Durante muchos años, nosotros, los líderes indígenas y los pueblos de la Amazonía, les hemos avisado a ustedes, hermanos nuestros, que han causado tantos daños a nuestras selvas. Lo que ustedes están haciendo cambiará el mundo entero y destruirá nuestras casas, y destruirá sus casas también.

Hemos dejado a un lado nuestra historia dividida para unirnos. Apenas una generación atrás, muchos de nuestros pueblos estaban luchando entre sí, pero ahora estamos juntos, luchando juntos contra nuestro enemigo común. Y ese enemigo común son ustedes, los pueblos no-indígenas que invadieron nuestras selvas y ahora están quemando hasta incluso esas pequeñas partes de las selvas donde vivimos, lo que ustedes dejaron para nosotros. El presidente Bolsonaro de Brasil está incentivando a los propietarios de haciendas cercanas a nuestras tierras a barrer la selva, y no está haciendo nada para impedir que invadan nuestro territorio.

Pedimos que ustedes dejen de hacer lo que están haciendo, detengan la destrucción, cesen en su ataque a los espíritus de la Tierra. Cuando ustedes cortan los árboles, atacan a los espíritus de nuestros ancestros. Cuando buscan minerales, empalan el corazón de la Tierra. Y cuando derraman venenos en la tierra y en los ríos –productos químicos de la agricultura, y mercurio de las minas de oro– debilitan los espíritus, los animales, las plantas y a la propia Tierra. Y cuando ustedes debilitan a la Tierra de esta manera, ella empieza a morir. Si la Tierra muriese, si nuestra Tierra muere, ninguno de nosotros será capaz de vivir, y todos moriremos.

¿Por qué hacen ustedes eso? Ustedes dicen que es para el desarrollo, pero… ¿qué tipo de desarrollo mata la riqueza de la selva y la sustituye por un solo tipo de planta o un solo tipo de animal?

Donde los espíritus nos dieron todo lo que necesitábamos para una vida feliz –toda nuestra comida, nuestras casas, nuestras medicinas– ahora sólo hay soja o ganado. ¿Para quién es ese desarrollo? Sólo algunas personas viven en las tierras agrícolas; éstas no pueden sostener a muchas personas, y son estériles.

Ustedes destruyen nuestras tierras, envenenan el planeta y siembran la muerte, porque están perdidos. Y pronto será demasiado tarde para cambiar.

Entonces, ¿por qué hacen eso? Podemos ver que es para que algunos de ustedes puedan obtener una gran cantidad de dinero. En la lengua Kayapó, llamamos a su dinero piu caprim, “hojas tristes”, porque es una cosa muerta e inútil, y sólo comporta daños y tristeza.

Cuando su dinero entra en nuestras comunidades, muchas veces causa grandes problemas, dividiendo a nuestra gente. Y podemos ver que hace lo mismo en sus ciudades, donde lo que ustedes llaman gente rica vive aislada de todos los demás, con miedo a que otras personas vengan a quitarles su piu caprim. Mientras tanto, otras personas pasan hambre, o viven en la miseria, porque no tienen dinero suficiente para conseguir alimento para sí y para sus hijos.

Pero esas personas ricas van a morir, como todos nosotros vamos a morir. Y cuando sus espíritus sean separados de sus cuerpos, sus espíritus estarán tristes, y van a sufrir, porque mientras estuvieron vivos hicieron que muchas otras personas sufriesen, en vez de ayudarles, en vez de asegurar que todos los demás tuvieran lo suficiente para comer, antes de alimentarse a sí mismas, como es nuestro camino, el camino de los Kayapó, el camino de los pueblos indígenas.

Ustedes tienen que cambiar su manera de vivir porque están perdidos; ustedes se perdieron. Por donde ustedes están yendo es sólo un camino de destrucción y de muerte. Para vivir, ustedes deben respetar el mundo, los árboles, las plantas, los animales, los ríos y hasta la propia Terra. Porque todas esas cosas tienen espíritu, todas ellas son espíritus, y sin los espíritus la Tierra morirá, la lluvia cesará, y las plantas alimenticias se marchitarán, y morirán también.

Todos respiramos ese aire, todos bebemos la misma agua. Vivimos en este planeta. Tenemos que proteger la Tierra, y si no lo hacemos los grandes vientos destruirán la selva.

Entonces ustedes sentirán el miedo que nosotros ya sentimos».

Firmado: Cacique Raoni Metuktire, de la nación Kayapó.