Oriundo de Santo Domingo.

Estudió en la Universidad de Santo Domingo, donde se recibió de licenciado en Derecho y fue autorizado por la Suprema Corte de Justicia,  el 9 de junio de 1930.

Ejerció su carrera de abogado por muchos años, adquiriendo prestigió, nombradía y una buena clientela. Poseedor de una cultura jurídica, conseguida a través de los años de ejercicio de su profesión de abogado.

Desde los primeros años de su vida fue antitrujillista.

El licenciado Osvaldo B. Soto, presidió en calidad de Juez la Cámara Penal de Jurisdicción Nacional y como Procurador Fiscal, el doctor Rafael Valera Benítez;  como alguacil de estrado, Juan Ramón Hernandez Alberto que juzgaron a los asesinos de las hermanas Mirabal Reyes; y al  chofer Rufino de la Cruz. En dicho juicio demostró tener la valentía de juzgar a los verdaderos asesinos y condenarlos a las penas que se merecían los mismos.

El doctor Valera Benítez lo describió así: “El licenciado Osvaldo B. Soto, juez presidente de la Cámara Penal Nacional, probo, digno y sabio magistrado que dirigió el ejemplar proceso en el cual fueron condenados los autores y cómplices del cuádruplo asesinatos de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y Rufino de la Cruz” (Complot Develado. Santo Domingo, Editora Taller, 1984, página 83).

El profesor Juan Bosch lo designó Procurador General de la República, mediante el decreto número 2, de fecha 27 de febrero de 1963 y permaneció en dicho cargo hasta el día del golpe de Estado contra dicho Gobierno, el 25 de septiembre de ese año.