Pasadas las elecciones, todos hablan, comentan, elucubran y opinan según la percepción de cada uno. Vivimos otro proceso electoral más plagado de ciertas irregularidades típicas de elecciones dominicanas. La "renuncia" o boicot de los 3,000 técnicos de la JCE justo antes de iniciar el proceso electoral ha sido lo más variopinto y lamentable. ¿De qué valió su compromiso de trabajo y cívico con la institución electoral si ya sabían todos ellos que dejarían sus labores?, ¿cuánto y quién les habrá pagado para abandonar tan importante compromiso?. Si viviéramos en un país que se respeta con instituciones serias y con calidad judicial esos técnicos ahora mismo deberían estar presos o ser multados.
El pasado Domingo, muchas mesas electorales no iniciaron a tiempo, las máquinas electrónicas no siempre funcionaban a la perfección, desorganización en otras, pero también mucho orden, prontitud y organización en muchas mesas del país. Típico de los procesos electorales dominicanos.
Ahora bien, el resultado de estas pasadas elecciones no debe sorprender a nadie. Estaba cantado desde hace tiempo. El gobierno de Medina se enfrascó desde hace aproximadamente dos años o un poco menos a invertir todo lo necesario en un clientelismo demagogo para asegurarse un nuevo mandato. Luego de negar una posible reelección. Sí, ya sabemos que esto forma parte del folklore dominicano. Así que nos toca vivir cuatro años más y serán 16 años de un mismo gobierno solo interrumpido por el antiguo PRD de Hipólito Mejía. Por supuesto, miles de personas votaron por asegurarse en esta "nueva" etapa de Medina sus puestos de trabajos, botellas, barrilitos, dádivas, y demás prebendas.
Esto sucede cuando en una sociedad no hay oposición. Los demás partidos están muy fragmentados y en lugar de unirse bajo un mismo paraguas o ser dos paraguas fortalecidos que aglutine a esos grupitos pequeños pues éstos deciden dividirse más, para cada quien cobrar de la millonaria tajada de pesos que la JCE reparte tan alegremente, y que por cierto, jamás ningún partido a dado rendición de cuenta ni lo hará (está en los bolsillos de todos) de esta cuestión. El PRM no es en lo absoluto representación de "oposición" fuerte y unido. Salió del desmembrado PRD con un Abinader que le falta mucha preparación política y carisma, además no se rodeó de los mejores asesores en comunicación. Al PRD, (que se vendió) les pasará igual que al PRSC donde solo cobran millones y nunca se sabe de ellos. Por su parte, Minou Tavárez y Guillermo Moreno deben fortalecerse o unirse de cara al 2020.
Esta es la triste realidad partidista de este país. Por cierto, el magnánimo, vitalicio legislador Félix Bautista, fue el senador más votado. Solo con este "pequeño" detalle saque usted sus propias conclusiones de en qué tipo de sociedad vivimos………………