Todos tenemos una lista y conciencia de los distintos problemas que afectan al país, tales como, su desarrollo integral mal distribuido, su falta de cohesión social y la alta pobreza, los problemas de la delincuencia y el narcotráfico, la creciente corrupción e impunidad, en donde la clase política hace lo que quiere sin consecuencias, las reformas a la educación, salud, y seguridad social y el problema del sector eléctrico.

Para otros ciudadanos la preocupación es el continuo déficit fiscal financiado adictamente con deuda pública, en particular las desenfrenadas emisiones de bonos soberanos, y la creciente deuda interna y la deuda de Certificados del Banco Central y el déficit cuasi fiscal, que son una delicada bola de nieva, que crecen y crecen. La falta de producción exportable nacional. La extrema caída de la producción cañera.

En este artículo deseo enumerar, por orden de importancia y gravedad, mi visión de los problemas del país y sus soluciones prioritarias. Cada cual tiene su lista de áreas problemas y sus frustraciones. Pero esta, en principio, es mi lista.

Aunque soy economista y  empresario, creo que los principales problemas no so son los económicos, pues para que resolver las deficiencias económicas y la cuestión social, primero hay que cambiar la forma de hacer política, recuperar la institucionalidad del Estado, renovar la moral y la ética pública, eliminar la corrupción e impunidad y realmente practicar un estado de derecho y una democracia limpia y decente. Hay que reconstruir el espíritu nacional, que el PLD ha destruido.

Lo primero es que el país tiene que cambiar la forma desfachatada de hacer política, donde estamos perdiendo la democracia representativa, por una supuesta democracia de clanes políticos y pactos, que sustituyen al Congreso y al pueblo. El voto del ciudadano, solo sirve cada cuatro años, para elegir cargos, pero de ahí en adelante, ningún legislador y político cuenta con sus votantes. Ejemplo, 35 miembros del Comité Político del PLD decidió cambiar la Constitución para permitir la reelección y así se aprobó, y luego con la firma privada de un pacto con el presidente del PRD, sin que esa decisión la haya aprobado el Comité Político o el CEN, se aprobó sin debates en el Congreso. Los legisladores se sometieron a sus jefes políticos y ninguno consultó a los ciudadanos. Esto es una Partidocracia. Es como un negocio privado.

Un segundo problema que hay que resolver y recuperar es el estado de derecho, la ética  y la moralidad y un sistema Judicial y Altas Cortes, libres e independientes de verdad, como en casi toda América Latina. Nuestro sistema judicial está de rodilla manejado por los partidos políticos. Hemos retrocedido mucho. La Suprema Corte de Justicia falla a favor de los ladrones y protege a los políticos de su partido o clan. La JCE es presidida por un intransigente y parcial miembro del Comité Central del PLD, así que favorece lo que beneficie al PLD. Este señor debería ser sustituido para el 2016, por un presidente nuevo, sin ataduras políticas y escogido por consenso.

El llamado Tribunal Superior Electoral, que no se comprende para que existe, si tenemos una Suprema Corte, es un adefesio creado para proteger al PLD y su presidente y ayudar a destruir al PRD, como lo hizo, con su múltiples sentencias totalmente sesgadas. Igual, el Tribunal Constitucional es otro instrumento del oficialismo, que para mí ni debería existir, pues bien podría ser una Sala de la Suprema. La Procuraduría y la Fiscalía han tratado de actuar contra la corrupción, pero son detenidos y hasta amenazados por los mismos imputados y le bajan órdenes. Por eso la Procuraduría ya ha perdido su impulso inicial y está sumergida en la rutina. Ni se asusta ni actúa ante tantos actos de violencia, corrupción y denuncias.

En resumen, la Justicia y las instituciones encargadas de vigilar la democracia, en el fondo se han convertido por el clientelismo y la fuerza de los clanes, en instrumentos del PLD, su presidente y el Gobierno. Somos, pues, un país que está operando dentro de una dictadura constitucional, con una oligarquía política poderosa y multimillonaria. Por eso el país decente, pide y exige, que se apruebe el anteproyecto de Ley Electoral, la Ley de Partidos Políticos y la Ley de Responsabilidad Fiscal. Hay que frenar en seco a los políticos regresivos e irresponsables. Sin estas leyes no habrá límites al abuso y al uso del dinero del estado en la campaña electoral, todo lo que tuerza y nos convierte en una caricatura de democracia. Hay que hacer una agresiva campaña ciudadana como la del 4 %, a favor de la aprobación de estas tres leyes.

El tercer gran problema tan crucial es la cuestión social. Con esta frase, me refiero al insoportable e inhumano nivel de pobreza que todavía hay en un país que lleva 25 años creciendo y expandiendo con éxito distintos sectores productivos y de servicios. La pregunta es, por qué no ha bajado más la pobreza e indigencia. Por qué no se crean más empleos formales? Qué políticas económicas y sociales hay que cambiar? O acaso es el modelo económico el que necesita cambios o es culpa de la falta de una moderna política de cambios concretos en la educación o es una inadecuada política presupuestaria y monetaria-crediticia que debe promover la creación de empleos en los sectores productivos y de servicios? Una nueva política social, bien orientada a crear empleos y reducir la pobreza y desigualdades es la prioridad de una renovada época de desarrollo integral del país. Pero se empieza subiendo los salarios.

No existe realmente una política de género. Se debe legislar y aplicar programas viables para que la mujer tenga más participación en la administración pública y en la privada, y que tengan los mismos sueldos, si tienen la misma preparación y experiencia. Por otro lado, hay que endurecer las leyes y penas para castigar bien duro el feminicidio, que es una creciente lacra social que hay que eliminar. Se requiere ayudar más a la preparación de la mujer y las jóvenes con becas para estudios técnicos para que encuentren empleos y sean incorporadas a la seguridad social pública.

El problema del desempleo es fundamental afrontarlo. Pobreza, desempleo y sueldos bajos, van de la mano unidas. Por tanto, hay que implantar medidas directas para crear empleos para la juventud, que tiene un 45 % de desempleo y para adultos. El sector privado tiene un rol fundamental en crear más empleos con buenos sueldos y el Gobierno tiene que cambiar y reorientar su política de gastos, tan saturada de clientelismos y botellas, para que facilite la creación de empleos, aumentando las inversiones públicas, con una reestructuración del estado y reducción del gasto corriente sin afectar a los empleados con los sueldos más bajos, sino los de arriba. 

Los temas de la seguridad ciudadana y la reducción de la delincuencia, que va muy unido al narcotráfico es otro grave problema que corroe y desmoraliza a la sociedad. No estamos convirtiendo en un estado y civilización de violencia e irrespeto a la ley y la Justicia. La Policía tiene que reinventarse, pues no ha podido contralar la delincuencia, robos y asesinatos. Ellos mismos deben estudiar el problema que tienen. El Gobierno y Sociedad Civil tendrá que aplicar a fondo un plan de reforma y reestructuración de las fuerzas armadas, la policía y los agentes anti drogas, pues el dinero de la droga ha penetrado a las instituciones de la uniformada. Se necesitará asistencia técnica policial externa, depuración de personal y más equipos y tecnología que ayude a disminuir la inseguridad ciudadana y el tráfico de drogas.

Por su lado, otra área fundamental, es cambiar el actual “modelo” de la política económica y social.  El Gobierno en el fondo no tiene un modelo ni actúa bajo una política coherente, sino fragmentada, por eso tiene los problemas, de carácter fiscal deficitario por 8 años, han casi triplicado la deuda pública, sigue el sector eléctrico deficitario y los apagones, y debe más de US$ 900 MM, la pobreza a penas ha bajado dos o tres puntos, y el desempleo sigue igual, en particular peligrosamente alto para la juventud. El PLD perdió la gran oportunidad de cambiar el rostro social y productivo del país, porque se aburguesaron demasiado y le tomaron mucho cariño al dinero y al lujo. El PLD ya está gastado y no tiene nada nuevo que ofrecer al país.

Para el 2016 en adelante hay que aplicar nuevas políticas económicas, sectoriales, institucionales y sociales, que cambien y disminuyan los diferentes problemas del país. Un Gobierno del PRM, presidido por Luis Abinader y con su equipo, —  como  ha expresado en distintos discursos y entrevistas–, va a reorientar las políticas públicas y crear un modelo, con una idea global, y con un conjunto de medidas  prácticas con planes, medidas, decretos y leyes sectoriales, que cambie la orientación de la evolución económica y social del país. La sociedad necesita una nueva esperanza y brindar el bienestar del crecimiento a todos la población.

La prioridad en lo económico estará en apoyar a la clase empresarial privada para que invierta en más proyectos, que creen empleos. El sector privado deberá ser la locomotora del crecimiento. Se debe crear un nuevo Banco de Desarrollo, mixto de verdad, de segundo piso para Financiar la Producción y las Exportaciones. Existe un anteproyecto de ley de reconvertir el BNV, pero insisten en que sea de un capital por acciones públicas y administrado por un Presidente y Gerente General designado por el Presidente. Para mi es un grave error que sea público. La idea es un buen paso, pero si se aprueba antes de las elecciones, debe ser reformado y ser más practico y una banca moderna, administrada por banqueros y técnicos privados.

Pero lo importante es reconocer lo importante, lo vital, que es tener programas de financiamiento a largo plazo con períodos de gracia para reconvertir la tecnología del parque industrial y agroindustrial. Hay que apoyar las nuevas instituciones de financiamiento del mercado, como los Fondos de Ofertas Públicas, las Fiducias, las SAFI´s, los Puestos de Bolsa, que son un campo de intermediación financiera de gran futuro. La política monetaria, crediticia y de encaje legal selectivo, debe apuntalar este gran esfuerzo de desarrollo, manteniendo siempre la estabilidad macroeconómica y la meta inflación aprobada por el Banco Central, que son sagradas.

La política fiscal y el manejo de la deuda pública será una tarea de primer orden, porque la herencia que dejarán al país es bastante grave. Con un plan anual hay que disminuir el déficit fiscal a cero, pero eso tomará varios años, porque en un solo año causaría una recesión. Hay que salir de la dependencia de financiar el déficit con deuda pública, reestructurando el estado, racionalizando el gasto corriente, los altos salarios, y por otro lado, aumentando los ingresos tributarios, primordialmente integrando a más ciudadanos y empresas en la base recaudatoria, reduciendo la evasión impositiva y aplicando los impuestos directos a miles de personas y entidades que no lo pagan. Es regresivo que los ingresos del Presupuestos dependan del ITBIS.

Pero el país no aceptará más impuestos, si el Gobierno no da el ejemplo de disminuir su gastos, eliminar el despilfarro y el clientelismo, y eliminar la corrupción y los sobre precios en las compras y contrataciones de proyectos, que actúan como los impuestos más altos. El manejo de la deuda pública, en particular la externa, es muy delicado y serio. Tenemos que aplicar una política y un plan de cuatro a seis años, de disminuir cada anualmente la cantidad de nuevas deudas netas.

Hoy en día la deuda pública global consolidada, representa como un 47 % del PIB, incluyendo entidades autónomas y la deuda del Banco Central que la paga el Gobierno, mediante transferencias anuales para cubrir los intereses y entregando Bonos para el capital. El tema de la continúa emisión de Certificados del BC se debe estudiar. Para salvar los depositantes de los bancos colapsado se emitió a agosto 2004 RD$ 74,000 MM, pero ahora a Junio 19, aumentó a RD$ 370, 000 MM. Por qué? Esta política tendrá que revisarse y aplicar un plan de mercado gradual de reducción.

La relación deuda global y PIB debería bajar 2 puntos por año, hasta bajarla a 35 %. Como ejemplo, esa podría ser una meta del país. Ahora, peor aún para mi, es que como el 44 % de los ingresos tributarios se destinan para pagar el servicio de la deuda. Una proporción inviable que deja sin recursos al Gobierno. Esto no es sostenible, y gradualmente debe bajar cada año a un máximo de 25 % de los ingresos tributarios. Será un plan complicado, pero al observar la tragedia de Grecia, es mejor comenzar a reducir la deuda pública, con un programa gradual y programado.

Finalmente, reconozco que esta lista de problemas que menciono en este artículo no es total y claro quedan muchas áreas y problemas por analizar. Pero es una lista de problemas y preocupaciones que todos la pensamos. Habrán diferentes opciones de soluciones y distintas ideas, pero la agenda de temas, es más o menos, una como esta. El PRM tendrá su oferta positiva preparada y un plan más amplio de su visión-país.

Ahora, como expresé al comenzar, creo que los problemas principales son de la calidad de la democracia, la inseguridad ciudadana, la corrupción e impunidad y la falta de ética y valores en los funcionarios y legisladores. Pero la cuestión social es una gran prioridad. Nuestro país debe crecer, desarrollarse, con inclusión social, mejores niveles de vida y más empleos para la juventud. La clase media y los pobres no se han beneficiado como debe ser del largo crecimiento que hemos tenido.