Una de las principales responsabilidades del Estado es proteger la vida de las ciudadanas y ciudadanos. De ahí que la salud ha estado entre los principales compromisos de los gobiernos de las naciones del mundo; debido a que el deterioro de la salud tiene entre sus consecuencias dos condiciones que siempre se presentan entre los indicadores estadísticos de los paises: morbilidad y mortalidad. El primero se enfoca hacia las distintas patologías o enfermedades. El segundo corresponde a las muertes por distintas causas, generalmente muy asociado a la morbilidad.
Pero existen otras causas de muerte y que junto a las generadas por morbilidad podrían calificarse como evitables.
Es que si bien la muerte es un hecho cierto, ineludible, de todo ser humano también cierto es que no son pocos los casos de muertes que se pueden evitar.
En ese rango se encuentran las muertes por accidentes de tránsito. Y es que al respecto la República Dominicana está entre los dos países con más altas tasas de muertes por accidentes tránsito en el mundo, sólo superado por la Isla Niue ( 41%-68%). En números absolutos para el pais equivale a decir que ya se superan los 2 mil 200 fallecimientos al año por tal causa.
En las áreas urbanas aunque frecuente, no es tan evidente como en las carreteras y autopistas en las que es difícil hacer un recorrido de más de dos horas y no encontrarse con un accidente de tránsito en el camino. Más las que sí hablan son las estadísticas con más de dos mil muertes por año.
Ese tema-problema ha de concitar una mayor atención de los lideres nacionales de todos los ámbitos.
Se hacen esfuerzos en cuanto a la reorganización del transporte y la realidad es que la actual ley que lo regula es en términos relativos muy reciente. Además esa, la Ley 63-17 abarca movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial y es el último aspecto que debería ser lo principal siendo multifactorial.
¿Qué es más prioritario que la vida de una ciudadana o de un ciudadano?
¿Cómo no prestar la mayor atención posible a reducir tan alarmante aunque inaceptablemente silente tragedia nacional?
Es momento de colocar ese tema-problema en el lugar que le corresponde, pues se trata de vidas.