Evidencia 1: El abuso del Procurador
Al esbozar los lineamientos programáticos, en el ámbito del poder judicial, del proyecto de cambio que promueve para la República Dominicana, el aspirante presidencial del Partido Revolucionario Moderno -PRM-, Luis Abinader, ha planteado que, para una sana justicia, el Procurador General de la República debe ser un ente independiente y no formar parte del Consejo Nacional de la Magistratura -CNM-, que es el órgano encargado de elegir a los jueces.
La actitud asumida el lunes cuatro del corriente, durante la sesión del CNM, por Jean Alain Rodríguez, Procurador General de la República y miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana -PLD-, considerada por el más amplio abanico de opiniones como abusiva, contra la magistrada Miriam Germán, le da toda la razón al líder opositor.
“Si la honestidad tiene un nombre es el de Miriam Germán (aplausos). A continuación, señoras y señores, junto al señor presidente, la galardonada recibe la toma de muchas fotografías que van a guardar este momento para siempre, orgullo para los hijos, para los nietos y las generaciones por venir de Miriam Germán Brito”, exclamó el maestro de ceremonia José Guillermo Sued el ocho de marzo de 2018, en el acto en el cual el presidente Danilo Medina otorgó (Decreto No.118-18) a la magistrada Miriam Germán Brito la medalla al mérito a la mujer en el área de ciencias jurídicas. Faltando cuatro días para cumplirse el primer año de aquel acto de justicia, se produjo este que tantos consideran uno de atropello.
En notorio derroche de poder, el procurador echó manos a unas supuestas cartas anónimas, para atacar a la Germán, con cuestionamientos no solo a la ética de su desempeño público como magistrada, sino también a la moral de su vida privada y hasta las relaciones en su núcleo familiar. El señor Jean Alain Rodríguez incurrió en clara violación a la Constitución de la República y al Reglamento que ellos mismos aprobaron, el cual define la forma en que deben hacerse objeciones.
El Procurador que, aunque jefe del ministerio público, ejercía a la sazón el papel de evaluador como miembro del CNM, emigró por voluntad propia al de verdugo, arremetiendo contra quien no se encontraba en rol de rival, sino en la condición de evaluada. No se trata de que fuese duro como evaluador -más bien lució destemplado-, sino de que recurrió a recursos reñidos con lo legal, lo procedimental y lo ético, procurando derrumbar la dignidad de la postulante.
La pregunta inevitable en el caso es por qué actuó así el señor Jean Alain Rodríguez, y la respuesta es sencilla: Porque Miriam Germán ha ejercido su rol de jueza con independencia, como cuando fundamentó contundentemente las debilidades -deliberadas, consideran no pocos- del expediente presentado por la PGR en el caso ODEBRECHT, y en la lógica autoritaria de la cúpula peledeista, acostumbrada ya a que le respondan Sí, Señor, eso es intolerable.
Desde su primer periodo de gobierno 1996-2000, ha sido notorio el interés del PLD por controlar el sistema de justicia, como una constante independiente de que el presidente sea Leonel Fernández o Danilo Medina, que se expresa ahora en la decisión de sustituir la justicia del primero, Leonel, por la del segundo, Danilo, no importa la norma que se vaya de paro. Ese es el típico proceder del modelo que el uno inauguró y el otro continuó.
Recurrir al espionaje telefónico y al caliesaje para inhabilitar a desafectos es un penoso recurso que muchos creían superado en el país, pero no es así; de hecho, nadie sabe cuántos teléfonos de políticos, empresarios, dirigentes sociales, etc. están intervenidos en este momento por el gobierno, sus agencias y afines.
Ese atropello, un show aviesamente orquestado que se convirtió en boomerang, comprueba que el problema del sistema de justicia no reside en la inconducta de uno o varios jueces, sino en el modelo de control y manipulación que sobre el ejerce la cúpula peledeista, con tendencia a sustituir la institucionalidad del Estado por sus apetencias y conveniencias políticas.
Los abogados en ejercicio -no soy abogado- podrían aportar testimonios por miles de las dificultades a las que se enfrentan para encaminar en buen derecho sus casos en los tribunales, dada esa intromisión política. Estoy convencido de que, por encima de todos los problemas que acogotan a la República Dominicana, hay uno primero y principal, que es la Cúpula del PLD y su desmedido afán de poder.
Ese poder en la cúpula del PLD quiere su justicia, ayer para el grupo Leonel y hoy para el grupo Danilo, así como uno y otro ha procurado su congreso, su prensa, sus cabildos, sus gremios, sus juntas de vecinos, sus banqueros y hasta sus iglesias; ya no sus empresarios, porque en eso se convirtieron ellos mismos. Ese es un proceder modélico de esa corporación política y económica.
Esto tiene que acabar, la ley y el orden deben ser restituidos antes de que el Comité Político del PLD termine de aniquilar el limitado estado de derecho y las ya débiles instituciones de la Nación. La única forma de lograrlo es materializando, mediante una amplia unidad política y social, un cambio profundo, como propone Luis Abinader.