Para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), si bien es cierto que constituye una necesidad que nos avoquemos a una revisión integral de las leyes fiscales que rigen a la República Dominicana, sin embargo, sus estrategias referentes al desarrollo nacional, son del parecer, que antes de proceder a  realizarla, se impone que nos involucremos en otros asuntos de mayor urgencia y prioridad, que incidirán en el establecimiento de la paz y el progreso social.

Esto así, al entender, que una cosa es lograr determinados niveles de crecimiento económico que nos puedan atribuir organismos internacionales, y otra es, el desarrollo humano, que debemos propulsar en la población nacional sin exclusión alguna, soportado en el fortalecimiento institucional y  la correcta planificación estratégica, además, en la armónica inversión pública y privada, que ameritan  nuestras regiones, para propulsar en ellas  sobre bases firmes el bienestar  integral y sustentable.

Para la concretización de estos indelegables propósitos, visualiza, que antes de proponernos hacer una reforma fiscal pura y simple, tenemos como tarea prioritaria, ocuparnos en primer lugar de los asuntos mencionados, dando paso para su implementación, a un efectivo control del gasto público y de las exenciones fiscales, además, procurar hacer mas funcionales las diversas dependencias que integran el Estado Dominicano, para que sean columnas para promover en nuestra nación, una gran revolución social, tecnológica e industrial.

Contempla al respecto,  como trascendental, una sustancial reducción de las dependencias gubernamentales, a fin de tener un Estado de estructuras más pequeñas y menos burocrático, con la supresión de los organismos que están duplicados y  los muchos que carecen de una función útil, por constituirse en departamentos que  además de infuncionales, son cargas que laceran el rol del patrimonio nacional y de las instituciones que deben administrarlo.

Objetivos sugeridos por el CRD:

Como parte de lo propuesto, el CRD ve que como labor indelegable y que llama a concentrarse en ella, la aprobación de una Ley de Partidos y la Reforma de la Ley Electoral, tomando en cuenta, subdividir las circunscripciones en tantas partes como diputados existan en la misma, de forma tal que el ciudadano común vote por el diputado que le corresponda en la sección de su circunscripción y el ganador será su representante, su voz en el congreso. Lo mismo debería hacerse a nivel municipal con los regidores.

Asimismo,  la nueva ola de reformas que urgimos, para hacer de la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Superior Electoral y  Junta Central Electoral, como de los ministerios de Salud, Agricultura, Obras Públicas,  Educación,  Medio Ambiente, entre otros,  instrumentos eficaces del desarrollo nacional.

A lo que agrega,  como parte primordial de estas tareas, corresponde establecer con diafanidad,  las directrices en las que debemos atacar en forma frontal la corrupción, para con ello proponernos un mejor rumbo de solidez institucional y mayores grados de conciencia, que faciliten que desde los estamentos estatales, se tenga la fuerza moral para controlar la inseguridad ciudadana y al aumento de la delincuencia que afecta todos los estratos sociales.

Para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), a través del gobierno central, las cámaras legislativas y los gobiernos municipales que tendremos a partir del 16 de agosto, es una buena oportunidad para trazarnos mejores horizontes, en el desarrollo socioeconómico y sociopolítico que estamos obligados alcanzar, debiendo ser las indicadas metas nuestras principales prioridades, junto a poner bien en claro los sagrados compromisos con nuestra soberanía, para emerger  entre  las naciones con mayores avances  en todos los órdenes.