El Primer Foro Interinstitucional para la Reforma Policial, cebrado del 7 al 9 de julio, reunió a importantes sectores sociales e institucionales locales e internacionales, animados por contribuir al fortalecimiento de la Policía Nacional y al mejoramiento de la seguridad ciudadana en el país. El evento, que contó con el auspicio de la Fundación Institucionalidad y Justicia FINJUS, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, se desarrolló en un marco de pluralidad y libre expresión de criterios y opiniones acerca de las prioridades y condiciones más idóneas para avanzar en la reforma policial, atendiendo a una iniciativa sin precedentes del Jefe de la Policía Nacional Mayor General Licenciado Manuel E. Castro Castillo.

El Foro se constituyó en un escenario donde, desde diferentes enfoques y perspectivas, comunicadores sociales, académicos, organizaciones de la sociedad civil, expertos en seguridad ciudadana y reforma policial, identificaron un abanico de preocupaciones, propuestas y sugerencias que coincidieron en los aspectos medulares, cuya síntesis será entregada tanto a los órganos legislativos, como a los hacedores de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, de forma que sirvan para enriquecer la iniciativa de la Ley Orgánica de la Policía Nacional que ha estado conociendo el Congreso Nacional, así como para que el Poder Ejecutivo tome nota de la necesidad de asegurar los recursos presupuestarios que requiere la implementación de una reforma policial integral como la que espera la sociedad dominicana.

Como punto principal se estableció la necesidad impostergable de dotar a la Policía Nacional de una nueva Ley Orgánica, aspecto que es prioritario e inaplazable, pero insuficiente por sí solo, para el logro y la construcción de una reforma o reestructuración integral de la institución. Esa necesidad de reforma, punto coincidente entre casi todos los expositores, se impone de cara a la adecuación del accionar policial ante el Estado social y democrático de derecho, establecido en nuestra Carta Magna en su reforma del 26 de enero de 2010.

El Doctor Rafael Molina Morillo, al hacer uso de la palabra en el primer día de la jornada, armado de su proverbial inteligencia, describió perfectamente la estrategia de la Jefatura de la Policía Nacional al propulsar la celebración de este histórico Foro: Vengan a mi casa para que me señalen mis defectos

Catorce puntos se destacan en el documento contentivo de las conclusiones del Foro, presentados por Servio Tulio Castaños Guzmán, Vicepresidente Ejecutivo de Finjus, a saber: primero. Dignificación de la Función policial. Donde se reconoce que el bajo salario de los integrantes de la Policía es un factor de riesgo para la reforma, por lo que es imperativo mejorarlo, aunque la fijación de los mismos debe hacerse en función de los requerimientos del puesto y funciones.

Segundo. Fortalecimiento del sistema de la Carrera Policial. Si bien existe una carrera policial, es imprescindible fortalecerla de cara a los nuevos paradigmas de la gestión policial. Y crear un sistema meritocrático para los ascensos.

Tercero. Redefinición de la Doctrina policial. Porque es necesario repensar los dogmas y principios de la función policial para adaptarla a los requerimientos de una sociedad democrática.

Cuarto. Profesionalizar y especializar a los Agentes. La educación es un componente vital para lograr la transformación cultural que requiere la reforma policial. La Policía necesita seguir contando con recursos humanos eficientes para el desempeño de las distintas tareas propias de su función.

Quinto. Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas. Los actos de las instituciones en el marco de la democracia deben estar revestidos de transparencia y apertura. Es impensable construir democracia, sin estar presente la transparencia y la rendición de cuentas, en el ejercicio de las funciones públicas.

Sexto. Fortalecer los controles internos y externos. La Policía es una agencia expuesta a grandes riesgos y tentaciones y, por tanto, necesita rigurosos sistemas de control, tanto internos como externos. Los controles represivos o disciplinarios deben respetar el debido proceso de ley que manda la Constitución.

Séptimo. Desmilitarizar la gestión policial. La Policía, que nació imbuida de un espíritu castrense o militar, necesita hoy vislumbrarse como una agencia civil de servicio a la ciudadanía.

Octavo. Enfoque en Derechos Humanos. Una de las principales exigencias que se realizan hoy a la Policía, es avanzar gradualmente hacia un modelo de servicio que garantice la seguridad ciudadana desde un enfoque de derechos humanos.

Noveno. Fortalecer la inteligencia e investigación criminal. La complejidad del fenómeno criminal en la actualidad impone a la Policía superar los esquemas de investigación por caso, y pasar a una persecución estratégica así como a la coordinación de macroprocesos para perseguir redes criminales.

Décimo. Reforzar la prevención del Delito, que debe concebirse y articularse como una relación de cooperación entre la sociedad y la Policía.

Onceno. Apoyo interinstitucional. Una reforma integral requiere de un gran apoyo interinstitucional y la coordinación de múltiples políticas de Gobierno a nivel central y local.

Doceavo. Plataforma tecnológica. Es importante dotar a la institución de las necesarias plataformas tecnológicas para la eficiencia y tecnificación del servicio.

Decimotercero. Redefinición de la adscripción orgánica. Consiste en reordenar la estructura para adscribirla al Ministerio competente, conforme al modelo Constitucional que reserva, para el Presidente de la República, la autoridad y mando supremo de las Fuerzas de seguridad, obrando por intermedio del Ministro del ramo.

Y Catorceavo. Eliminar la asignación de Agentes policiales a servicios particulares, redirigiendo el servicio policial a sus fines naturales, respetando las excepciones que la ley señale y contemple.

El Doctor Rafael Molina Morillo, al hacer uso de la palabra en el primer día de la jornada, armado de su proverbial inteligencia, describió perfectamente la estrategia de la Jefatura de la Policía Nacional al propulsar la celebración de este histórico Foro: Vengan a mi casa para que me señalen mis defectos.