“Con cenizas, con desgarros,
con esta altiva impaciencia,
con una honesta conciencia,
con enfado, con sospecha,
con activa certidumbre
pongo el pie en mi país.”
Patricio Manns
El próximo 19 de noviembre Chile está convocado a elecciones presidenciales, de senadores en las regiones impares, de diputados y de consejeros regionales según mandan la Constitución Política de la República de Chile y las leyes de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, de Partidos Políticos, de Votaciones y Escrutinios, de Gobierno y Administración Regional, de Gasto Electoral, de Donaciones, del Tribunal Calificador de Elecciones, de Tribunales Electorales Regionales, del Sistema de Elecciones Primarias y las Disposiciones transitorias 20.900, 20.914, 20.915, 20.916 (Ley N° 20.900, para el fortalecimiento y transparencia de la democracia). De todas las leyes que norman elecciones populares en esta justa la única a la que no será necesario recurrir es la Ley orgánica de Municipalidades, pues no eligen alcaldes ni concejales.
En la historia electoral chilena es la primera vez que los chilenos residentes en el extranjero podrán emitir su voto con motivo de la realización de las elecciones primarias del domingo 2 de julio. “Los partidos políticos decidieron quienes podrán participar en sus votaciones y determinaron que estarán habilitados para hacerlo los militantes de los partidos que van a primarias y quienes no tengan afiliación a ningún partido político.”
Las primarias presidenciales se realizarán en todo el país, mientras que las primarias parlamentarias para diputados se harán en siete distritos en seis regiones y solo participará de ellas el Frente Amplio. Naturalmente los chilenos residentes en el extranjero no pueden votar en las primarias parlamentarias.
Participarán de estas elecciones primarias el Pacto Chile Vamos (Partidos Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente, Regionalista Independiente, Evolución Política) y elegirán su candidato presidencial entre Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón y Felipe Kast. El Frente Amplio (Partidos Revolución Democrática, Humanista, Poder, Ecologista Verde, Liberal de Chile, Igualdad) tendrán en disputa por la candidatura presidencial a Beatriz Sánchez y a Alberto Mayol.
Según informa el Servicio Electoral (SERVEL) 73 chilenos y chilenas están habilitados para votar en el Consulado en Santo Domingo donde funcionará la única Mesa Receptora de Sufragios (Colegio Electoral) en la República Dominicana. Los tres miembros de la Mesa Receptora de Sufragios que recibirán y contarán los votos, fueron seleccionados por sorteo.
¿Cómo se da este proceso? Al llegar a la mesa los electores entregarán su cédula de identidad al Presidente, que confirmará su identidad y la habilitación para votar, así como si es militante de alguno de los partidos que participan en las primarias o si es independiente. El siguiente paso consiste en que el elector firme el libro y reciba una de las tres cédulas (boletas) electorales según su condición: “hay una boleta para los independientes, quienes podrán votar por cualquiera de ambos pactos, otra para los militantes del pacto Chile Vamos; y otra para quienes puedan votar sólo por el pacto Frente Amplio.”
La boleta o Cédula Única Electoral en uso en Chile desde 1958, es entregada al elector luego que se ha anotado en un libro de registro el número que la boleta tiene impreso en una pequeña pestaña. El elector se dirige a la cámara secreta (caseta electoral) donde marca su preferencia y regresa a la mesa donde se le recibe el voto cerrado, se verifica el número y se desprende la pestaña del voto, conservándose ésta en un sobre. Este simple proceso es el que garantiza que el número de cédulas depositadas al abrir la urna coincida con las pestañas desprendidas (este proceso impide el fraude conocido como “la bicicleta”). Luego se procede a entregar el voto al elector para que lo deposite en la urna.
Como pueden deducir las primarias son organizadas y financiadas por el Servicio Electoral, depositario del “padrón” de los partidos. Para ser miembros de los partidos los inscritos tienen que manifestar su voluntad de pertenencia ante notario público, hacerlo de acuerdo con la ley y contar con el reconocimiento del SERVEL. De otra manera la organización de estas procesos sería imposible pues las primarias son simultáneas (todos los partidos que decidan hacer primarias deben hacerlas el mismo día), son voluntarias (los partidos pueden decidir no hacerlas e inscribir sus candidatos directamente) y vinculantes (el SERVEL solo inscribirá como candidatos presidenciales a los ganadores de las primarias).
Lo nuevo de las primarias que se celebran este año no es sólo que podremos votar los chilenos que vivimos lejos de Chile, sino también que en ellas se inauguran importantes cambios en las leyes electorales, entre ellos el abandono del sistema binominal ideado por la dictadura para buscar que empaten en representación las mayorías y las minorías. Este sistema está siendo remplazado por un método que asegura la proporcionalidad de candidatos electos, según la votación obtenida por cada partido o pacto calculado mediante el coeficiente D’ Hondt.
Uno de los aspectos interesantes de las primarias chilenas es la propaganda permitida durante unas cuatro semanas: los candidatos y los partidos participantes tienen derecho a que sus activistas porten banderas y lienzos en la vía pública, a distribuir material impreso u otro tipo de informaciones, acciones que pueden realizar en estas primarias desde el 2 de junio y hasta el 29 de junio en este año.
Igualmente la ley regula la cantidad de propaganda visual en las sedes de los partidos o de los candidatos, autorizando hasta cinco sedes por municipio donde se puede desplegar propaganda. El SERVEL debe autorizar los lugares donde se colocarán las “palomas” y afiches electorales en la vía pública. De no cumplir con esta regulación, los candidatos se exponen a sanciones y multas establecidas en la Ley 18.700 por faltas a las normas de propaganda electoral. Por ejemplo, para las primarias de este año el SERVEL autorizó 2.942 lugares públicos a lo largo del país.
Otras regulaciones del período de campaña incluyen que la propaganda electoral sólo puede ser colocada en los medios escritos, radiales y electrónicos que hayan informado sus tarifas al SERVEL antes de que se de inicio a la misma. La llamada franja electoral es la única propaganda televisiva permitida. Es emitida en horario “prime” (20:45 a 21:00 hrs.) y compartida en partes iguales entre los dos pactos participantes en primarias, sin costo para ellos.
En cuanto a las encuestas de opinión pública, sólo pudieron ser informadas en los medios de comunicación hasta el sábado 17 de junio.
Los diputados que resulten electos en noviembre y que asumirán en marzo de 2018 pasarán de 120 a 155 con una nueva distribución territorial. Esta vez -y como siempre en Chile- se elige la mitad del Senado. La otra mitad de la nueva composición del Senado cuyo número se ha elevado de 38 a 50 senadores, se completará en las elecciones de 2022
Además de estrenar importantes avances respecto del financiamiento de la política y partidos políticos con militantes recién “refichados”, también se observan progresos respecto de la igualdad de género: “del total de candidaturas tanto a diputados como a senadores que presente un partido, vaya o no en un pacto, ni los candidatos ni las candidatas podrán superar el 60 por ciento del total de candidaturas. Esta regla que busca equiparar la presencia de los géneros en el Parlamento se aplicará en todas las elecciones parlamentarias hasta la del año 2029.
Si un partido no respeta esta norma, el Servicio Electoral rechazará todas sus candidaturas. Pero la colectividad tendrá cuatro días hábiles para corregir el error y cumplir con lo dispuesto.
Entre las elecciones parlamentarias de 2017 y las de 2029 se asignará a cada partido un monto de 500 Unidades de Fomento (unos US$ 20.500.-) por cada mujer electa senadora o diputada. Con cargo a dichos recursos, los partidos políticos podrán implementar programas y desarrollar actividades de fomento a la inclusión y participación de las mujeres en política.
Además, hasta las elecciones de 2029, las candidatas a senadoras y diputadas tendrán derecho a un reembolso adicional de sus gastos electorales de cargo fiscal, de 0,0100 unidades de fomento por cada voto obtenido.
La ley señala que el partido que decida participar en primarias no podrá elegir más del 40 por ciento de sus candidatos de esa manera. Una vez terminadas las primarias, se debe completar la nómina y asegurar que no haya más de un 60 por ciento de candidatos del mismo género en la nómina.”
Sin duda, luego de los graves sucesos que han significado paréntesis democráticos con sus consecuencias dolorosas y tristes, los chilenos concurriremos a unas elecciones con importantes mejorías que no nos hacen olvidar que la democracia es también una promesa que se construye en la suma de muchos esfuerzos y voluntades en la calle, la universidad, el trabajo, los partidos y los políticos y políticas, especialmente de aquellos que forman la élite actual y de la que está construyéndose justamente en medio de estos esfuerzos.
Los a veces lentos progresos democráticos chilenos, la falta de coraje de actores políticos de los que se esperaban otras conductas, confirma que si de verdad se quieren los cambios, sean estos políticos, sociales, legales o económicos solo son posibles si se construye una gran mayoría política y social. Los cambios en la legislación electoral chilena fueron aprobados en el Poder Legislativo (Chile es un país unitario), donde los acuerdos partidarios fueron condición inevitable, no crean ustedes que hubo algún equipo de la sociedad civil trabajando los fines de semana. Se equivocan quienes en forma impertinente creen que algo parecido a la democracia puede resultar de cónclaves o pactos de notables (y no tanto) cuyas huellas serán borradas igual que el sistema binominal o los senadores designados o vitalicios que fueron vergüenza de la transición chilena.
Nadie mejor para sintetizar lo que nos convoca a muchos chilenos y chilenas que lo dicho por la Presidenta Michelle Bachelet: “lo que estamos haciendo es cerrar la puerta a las malas prácticas que se habían arraigado en nuestra actividad política (…) con estas nuevas leyes las reglas del juego de la política chilena cambiaron, son más exigentes, más transparentes, con prohibiciones claras y pérdidas de escaño para quienes cometan delito. Con estas nuevas reglas del juego, la política se prestigia”.