La ida a destiempo del empresario, académico y humanista dominicano y santiaguero, Príamo Rodríguez Castillo es la tragedia más irreparable y severa que la pandemia de Covid 19 produjo en Santiago. Fallecido con apenas 77 años, la ciudad del Yaque que lo vio crecer y progresar por más de medio siglo, perdió al menos 20 años de capacidad, creatividad y arrojo para importantes iniciativas y proyectos.

PRIAMO RODRIGUEZ

Hacen más de 12 meses, de ese seis de agosto del pasado año, cuando por la ciudad de Santiago y toda la Nación, se expandía la trágica noticia de su partida. Aunque ya no me quedaban lágrimas para llorar, pues mi adorado padre Isaías Peguero y decenas de amigos cercanos, habían perecido por esa y otras causas, sollocé de nuevo por esta desgracia inesperada acontecida al creativo fundador y canciller de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) y presidente del Consejo de Directores del centenario periódico La Información.

Entonces, lo recordé atento en esa tarde de 1991 junto a su hermana, Dulce Rodríguez, para la ocasión Procuradora de la Corte. En se momento, como ha sido mi estilo de trabajo para las buenas ideas, me salté las formalidades burocráticas de ser el encargado de programas sociales en PUCMM, me reuní con el señor rector de UTESA, para gestar un programa común entre ambas universidades. Acababa de regresar de mi estadía educativa de seis años en Centroamérica y África, y no tenía referencia alguna de la aguda rivalidad, que acontecía entre ambas casas de estudio. Universidades que hoy son orgullo y patrimonio de Santiago.

Todas sus propuestas me parecieron geniales. Especialmente las referidas a que UTESA y PUCMM trabajaran juntas. Hoy, esa supuesta pugna inter-universitaria, muchas veces llevada al extremo por seguidores fundamentalistas de ambas entidades, quedó en el olvido. Una creativa relación de los rectores Núñez Collado y Rodríguez Castillo, en una mesa de dominó, arbitrada por el empresario de la construcción Arquímedes Cabrera, resolvió los aparentes conflictos. Hoy, la alianza Estado-Universidad-Empresa contenida y promovida por el plan estratégico Santiago 2030, impulsada por 10 universidades locales, nos dará definitivamente, la razón categórica.

El Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) impulsará este programa en Santiago. Una iniciativa que nuestro parecer y las experiencias internacionales consultadas, debiera organizar, tal como planteó en su momento, el Gran Canciller de UTESA, un Consejo de Ciencia y Tecnología en la provincia de Santiago, para fortalecer las investigaciones en las universidades de Santiago y su entorno. Añadiendo la formulación de un plan temático de investigaciones a definir en una amplia consulta al empresariado, involucrado en la iniciativa 2030, Estado Universidad Empresa.

La creación de UTESA por el entonces profesor de la PUCMM, doctor Príamo Rodríguez fue una osadía visionaria. Una innovación que contó con una coyuntura propicia pues fue la primera oferta de educación superior nocturna, que fructificó la importante demanda de gran cantidad de empleados y técnicos de zona franca, que deseaban estudiar por las noches, una carrera universitaria.

El doctor Príamo Rodríguez fue un innovador tenaz. En la academia, en negocios y proyectos, sus contribuciones serán eternas. De todas sus iniciativas, la inversión no recuperable a corto plazo, que realizó en el abandonado Centro de Convenciones de Santiago, es la de mayor potencialidad para la cultura y el turismo nacional. Su esposa Ingrid González, y sus hijos Frank, Lilly, María Jesús y Melany Rodríguez González, seguirán innovando en el mejor estilo de su creativo y honorable progenitor.